Casilda Alfaro y María Armesto fueron las conductores de esta gala que se viste con camisetas de la Mostra que se venden en el vestíbulo del Auditorio Municipal de Cangas. Nada de fastos. Todo muy de andar por casa, que ya son muchos años, 36, divirtiendo y divirtiéndose. El primero en subir al escenario fue Zé Paredes, que ganó el "combate" de dramaturgos que organiza la Mostra de Teatro. Natural de Portugal y afincado en Galicia durante muchos años. Aseguró que había que estar muy orgullosos de la Mostra y agradeció a su familia de Coiro que le enseñara a hablar, escribir y amar la lengua gallega.

Era el preámbulo para entregar el premio de la noche: el Premio Xiria ao Labor Teatral. Iba dirigido a "Os Monicreques de Kukas". Casilda Alfaro y María Armesto se lo entregaron a sus miembros, Isabel Rey y Marcelino de Santiago. Se trata de la compañía de teatro de marionetas más antigua de Galicia y era justo reconocer su trabajo, que Isabel Rey espera que no se lo hubieran concedido por la edad. Son 40 años de trabajo en los que hay tres líneas maestras por las que serán siempre reconocidos: "Non nos cortamos un pelo e sempre fixemos o que quixemos; facer o teatro en galego e empregar a música clásica nas obras", manifestó Isabel Rey. Pero hay que comentar cómo fueron recibidos Isabel Rey y Marcelino de Santiago nada más poner un pie en el escenario. El Auditorio se llenó de aplausos durante largos minutos y la gente se levantaba a aplaudir. ¡Todo un agasajo! casi operístico. Marcelino de Santiago no pudo faltar a su cita con las anécdotas. Comentó que en una ocasión fue con su madre a la plaza de abastos de Vilagarcía y que una peixeira le reconoció. Le dijo que le había dado muchos días de felicidad. La madre recordó a la peixeira que también tenía un hijo cardiólogo [risas del público]. A lo que ella respondió que a los médicos y a los abogados se van cuando sucede algo malo, a los monicreques se va a pasar un rato feliz. En ese momento Marcelino de Santiago supo que tenía que decir adiós a su jubilación.

El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, hombre de teatro como ya se sabe, no quiso robar protagonismo a la Mostra por la que tanto cariño siente. Mencionó que era un lujo casi asiático poder gozar de la misma y que su supervivencia muestra que no está todo perdido. "Son cousas coma estas as que nos salvan de Sálvame".

En la última jornada de ayer hubo clown y acrobacias en la calle con "Tentación divina" y en el Auditorio actuó Teatro en Vilo con "Generación Why".