"En Cela bebemos cando somos felices, que é cando se debe beber. Cando se fai para afogar as penas é cando senta mal". Esta fue la declaración de intenciones del periodista y escritor Francisco Rodríguez en su pregón para la decimosexta edición de la Festa do Tinta Femia, evento que reunió a cientos de personas para disfrutar de un vino diferencial e íntimamente ligado a la idiosincrasia de esta parroquia buenense. Rodríguez hizo un repaso histórico a la trayectoria del vino en un discurso no exento de humor que arrancó en la Prehistoria, con los autores de las pinturas rupestres presuntamente inspirados en su creatividad por el preciado líquido, al igual que artistas de otras épocas como Caravaggio, Van Gogh o Toulouse-Lautrec.

De Dionisio y Baco pasó al santoral cristiano con San Vicente de Zaragoza, patrón de los viticultores, o a San Martiño de Tours, y bromeó incluso en la misma línea religiosa, con la necesidad de recuperar la ancestral costumbre de que los feligreses también comulguen con pan y vino y no sea solo el cura el que disfrute de ese privilegio. un privilegio, recordó, que se refleja en el hecho de que el país con el consumo per capita más elevado del mundo sea el Vaticano.

Tras Francisco Rodríguez, la organización de la fiesta, a cargo de la Asociación de Viticultores de Bueu, y el Concello, rindieron homenaje al pintor afincado en la parroquia José María Barreiro, que recibió la figura del faro de Ons.

En ese momento las mesas de la fiesta ya presentaban un buen aspecto, con el vino corriendo con generosidad para acompañar viandas como churrasco, criollo, carne ó caldeiro, pimientos de padrón, empanada, jamón, queso y pulpo, si bien no faltaron quienes apostaron por llevar sus propios suministros para rendir tributo al tinta femia. Los más precavidos optaban por consumirlo por copa (2 euros más otros como fianza por el recipiente), mientras que los realistas apostaban por compartir una botella (a 8 euros) con familiares y amigos. Todo en buena compañía y con Recordos da Nosa Terra y Retrouso de Cela para amenizar la jornada.