Los despertadores sonaron a las seis de la mañana. El día merecía ese madrugón. Era el primero de la nueva aventura de Discamino que ayer empezó en Vigo la Vuelta a la Península Ibérica para cinco personas con movilidad reducida y que tuvo su primer parada en Moaña. El Concello moañés, que colabora con este colectivo, acondicionó el pabellón de Reibón para que los miembros de la expedición pudieran dormir y también les ofreció la posibilidad de disfrutar de la playa con la silla anfibio de A Xunqueira.

La alcaldesa, Leticia Santos, compartió con ellos los primeros momentos de la llegada tras recorrer casi 50 kilómetros en tres triciclos tandem y dos handbike (se pedalea con los brazos), entre Vigo y la península de O Morrazo en un recorrido que les llevó por Redondela, Arcade y Vilaboa. En el grupo viajan los promotores de esta aventura, los vigueses David Gil, de 42 años con distrofia muscular; y Javier Fernández, de 43 y con parálisis cerebral atáxica; a los que se han sumado Iván Bragado, de Benavente que ayer estaba ansioso de poder ver la playa; Jonathan Mirou, de Mos y el moañés Jesús Valverde, en silla de ruedas por un accidente laboral. "Para mí, aparte de ser un reto, es una convivencia, superar el calor, la lluvia, pero sobre todo el viento. Los retos son para superarlos, no existen los límites. Cada camino es distinto y éste no va a ser menbos importante que los anteriores", asegura Valverde.

De reto personal también habla Javier Fernández que asegura que esta iniciativa le permite disfrutar de la costa y de las personas que le acompañan "suponiendo un esfuerzo diario para alcanzar otro sueño".

Iván Bragado, de 38 años y natural de Benavente, fue operado hace 9 años de un tumor en la cabeza y como consecuencia de la intervención perdió equilibrio y tiene parálisis del lado derecho de la cara por lo que casi no ve por un ojo y ha perdido la audición total, entre otros problemas que no le impiden hacer esta aventura, como tampoco a David Gil. Asegura que es un camino muy especial pporque fue diseñado por él con su "compañero de batallas Javichi. Supone un sueño poder cumplir los más kilómetros posibles siempre con mi hermana Yoli"..

Los cinco viajan con sus respectivos pilotos (Yoli, Fernando, Jorge, Silvia y Javier), además de los conductores José Luis y Vanesa que se encargan de la furgoneta. Al frente de la expedición está el policía vigués y cofundador de Discamino, Javier Pitillas, que decidió hace diez años cumplir fielmente la petición de su amigo Gerardo Fernández, vecino sordociego de Vigo y del que era entrenador, para crear este proyecto con el fin de que otras personas con dificultades de movilidad como él pudieran hacer el Camino de Santiago, que hizo por primera vez en 2009. Gerardo ya lleva este año cinco caminos y esta aventura de la Vuelta a la península no le toca, asegura Javier Pitillas.

Esta primera etapa partió de Navia, en Vigo, en donde está la sede de la Asociación de parálisis cerebral de Vigo (Apamp). Lo hicieron a las 09:15 hora, aunque a los cinco minutos ya tuvieron que hacer frente a un pinchazo y la rotura de un freno. Fue una salida fue algo accidentada, señala Pitillas en Moaña, no sin mostrar su satisfacción después de haber completado perfectamente todo el recorrido.

La Vuelta a la Península está previsto que la realicen a lo largo de seis años acabando en 2024 por Portugal, quizás el tramo más difícil por la mala conducción en el país. Este año toca el perímetro exterior de Galicia que recorrerán en 9 etapas hasta el 11 de julio. Hoy volverán a levantrase a las seis de la mañana para iniciar la segunda, por Cangas hasta Sanxenxo, con 52,8 kilómetros. La tercera será Sanxenxo-Cambados, con 50,2 kilómetros; y seguirán Cambados-Rianxo, Rianxo-Porto do Son; Porto do Son-O Pindo; O Pindo-Muxía; después hasta Malpica para acanbr el día 10 de julio en A Coruña.