"Se calamos e consentimos, seriamos cómplices dese atentado medioambiental", señalan varios vecinos de la parroquia Coiro, "fartos" de soportar los vertidos fecales al río Bouzós, o "Boubou", como lo denominan algunos. Un grupo de afectados se reunió ayer con el alcalde, Xosé Manuel Pazos, para exigir soluciones y anunciar que, si el Concello, la Diputación y la Xunta -las tres administraciones implicadas- no actúan ya, están dispuestos a iniciar movilizaciones y contemplan cortes puntuales en el tramo de carretera próximo a A Mangallona donde se localizan vertidos de fecales al cauce.
Los vecinos hablaron también con el edil Mariano Abalo y, antes, con el vigilante de obras de la Diputación y con representantes de la UTE Gestión Cangas, adjudicataria del servicio. Además, acumulan varios escritos pidiendo una actuación integral en la zona y la puesta en valor del cauce fluvial, aunque hasta ahora han sido en balde.