Las excavaciones de los últimos años en dos áreas del yacimiento actuaron sobre una superficie de 700 metros cuadrados en la cara oeste del monte y sobre unos 400 metros cuadrados en el este. Permitieron sacar a la luz más de 20.000 piezas con alto valor histórico, la mayoría de cerámica y metal. Destacan, entre ellas, dos figuras de piedra. Una representa una cabeza de caballo y la otra una escultura antropomorfa de unos 60 centímetros de altura.

El equipo de excavación estuvo integrado por unas 15 personas, dirigidas por el arqueólogo Miguel Vidal. Los estratos sobre los que se trabajaron están datados entre el siglo I a.C. y el siglo I d.C.

Entre los otros elementos llamativos sacados a la luz destaca el vial de entrada al castro con enlosado. Se conservan en perfecto estado más de 10 metros de esa vía. Miguel Vidal explicó entonces que no se conservan muchos en Galicia, pues las excavaciones de castros suelen centrase en las cimas de los montes, en donde se dan los asentamientos más antiguos.