La sesión de investidura más tensa de O Morrazo se vivió ayer a mediodía en Moaña. El PSOE mantuvo en vilo a los vecinos hasta el mismo inicio del pleno, sin desvelar si sus tres ediles votarían a su propia candidata, Marta Freire, o se abstendrían, lo que abría la posibilidad de que el PP apoyase también a Freire para dejar al BNG sin Alcaldía. Con un salón de plenos abarrotado, tras la constitución de la mesa de edad -compuesta por Javier Carro (XM), como edil de más edad, y Pablo Ríos (BNG), como el más joven- la propia Freire se dirigió al secretario municipal para renunciar a su candidatura, "nun exercicio de xenerosidade e para evitar calquera tipo de sorpresa", levantando aplausos entre buena parte de los asistentes. Pretendía evitar así un apoyo de los ediles del PP a su persona, aunque desde esta formación habían manifestado el viernes su intención de votar a su propio candidato, José Fervenza. Antes de ese momento e incluso durante los minutos que pasaron hasta que se leyeron las papeletas de los votos, el nerviosismo era evidente en la bancada del BNG.

La sesión había comenzado con preguntas de los vecinos a los militantes del PSOE presentes en la sala, que optaron por no desvelar su postura hasta que se hiciese patente.

Después de que el secretario leyese el procedimiento a seguir se produjo el juramento de los concejales, que ya estaban sentados en los escaños y fueron pronunciándose uno a uno. La fórmula elegida por todos los del BNG incluyó el siempre polémico latiguillo del "imperativo legal" y fue idéntica en todos los casos: "Si. Prometo por imperativo legal e comprométome a defender sempre os intereses da veciñanza do noso concello e tamén os intereses xerais do pobo galego", dijeron Leticia Santos, Juan Parcero, Coral Ríos, Odilo Barreiro, Aldán Santamarina, María Ortega y Pablo Ríos.

Los ediles del PP optaron por fórmulas diversas. José Fervenza indicó: "Juro e comprométome a defender os intereses dos veciños de Moaña". Sonia Riveiro optó por el mismo discurso mientras Araceli Otero despachó el juramento con un escueto "sí, prometo". Víctor Carballal dijo: "Prometo defender los intereses de los vecinos de Moaña"; Daniel González solo dijo: "Sí, juro" y Silvia Rueda juró "defender los intereses de los vecinos".

Por el PSOE Marta Freire optó por la siguiente fórmula: "Prometo con lealdade aos veciños e veciñas de Moaña", el mismo texto elegido por Rodrigo Currás y Carlos Juncal. Finalmente Javier Carro, de XM, prometió "defender aos meus veciños e á Constitución Española sen ideoloxía política".

La postura de PP, PSOE y XM sirvió para que la votación se realizase en secreto y en urna, lo que volvió a llevar la tensión a los presentes, ante la opción de que el candidato popular, José Fervenza, obtuviese más votos que la del BNG, Leticia Santos. Finalmente los sobres de los tres ediles socialistas y del concejal de XM se emitieron en blanco. Cuando aparecieron los votos en blanco ya se escucharon aplausos, y varios integrantes del BNG los dirigieron al PSOE. Finalmente el secretario proclamó alcaldesa a Santos con siete votos y como cabeza de la lista más votada en los comicios del 26M, al no alcanzar ningún candidato la mayoría absoluta de sufragios. Fervenza cosechó los seis apoyos de los concejales de su partido. El abrazo inmediatamente posterior entre Santos y Freire fue lo más aplaudido por gran parte del público presente. La reelegida alcaldesa había saludado a todos los ediles del BNG y después a los del PSOE, con especial efusividad en el caso de Freire.

En su posterior discurso de investidura, ya desde la mesa presidencial de la sala, Santos, que no pudo contener las lágrimas tras la tensión de las últimas horas en las que se rompió el diálogo entre socialistas y nacionalistas, se dirigió directamente al PSOE para asegurar que, a partir del lunes, "tenderei a man e buscarei o diálogo para acadar a incorporación ao goberno das persoas da corporación que comparten ao 99% o mesmo proxecto político que nós, porque o que priman son os intereses da veciñanza". Santos quiso dar las gracias "a todas as persoas que fixéchedes posible esta reelección" y puso en valor el trabajo realizado por los ediles que pasaron por el gobierno local en estos cuatro años, nombrándolos uno a uno, así como a los que dejan la corporación de todos los grupos.

Después de dar la bienvenida a todos los concejales nuevos, habló de "un tempo novo para o Concello de Moaña, que vai necesitar de traballo e consensos para mellorar a calidade de vida da veciñanza". En el plano personal, y antes de que fuese felicitada por parte del público y de sus compañeros de corporación, la regidora aseguró sentirse "máis emocionada aínda que hai catro anos, e con máis forza que nunca". Tuvo palabras de recuerdo para su familia y amigos y agradeció al propio edil de XM su abstención en la votación facilitando que gobernase la lista más votada. El discurso fue aplaudido por todos los ediles de BNG, PSOE y XM y por dos del PP: Araceli Otero y Víctor Carballal.

Entre el público estaban presentes exediles del último mandato como Salvador Meira y Ezequiel Fernández por el PSOE y José Manuel Juncal Gallego (que pasó del PP a no adscrito).

La tensión de la sesión plenaria se fue cociendo desde que el miércoles por la noche los integrantes de la comisión negociadora entre BNG y PSOE se levantasen de la mesa evidenciando una gran distancia en la exigencia de áreas de gobierno. Esa misma noche el PSOE remitió un email a la otra parte dando por rotas las negociaciones, después de que los nacionalistas rechazasen entregarles las concejalías de "Obras e Servizos" y "Urbanismo". Desde entonces no hubo diálogo formal entre ambas partes y tampoco se había retomado ayer por la mañana, por lo que no hubo último intento para reconducir las relaciones antes de la sesión de investidura.

Visiones distintas

Tras la sesión de investidura la visión del PP y de XM sobre el futuro próximo del gobierno local es muy distinto. El popular José Fervenza se mostró convencido que que habrá un nuevo bipartito. "Agora, por desgraza, a política se move polos cartos, e se porán de acordo aínda que sexa polos salarios", argumenta. Asegura que no le sorprendió que el PSOE obtase por la abstención. "Xa dixen dende o primeiro días tras as eleccións autonómicas que nós íamos estar na oposición, a pesar do circo que montaron os socialistas e os nacionalistas nestes días de negociacións", critica.

Por su parte, el único concejal de XM, Javier Carro, se muestra mucho más escéptico sobre la posibilidad de la reedición de un bipartito. "Todo vai depender de se o PSOE rebaixa as súas condicións, entendo. A día de hoxe vexo moi difícil que vaian chegar a un acordo. É máis probable que cheguen só a acordos puntuais en distintos asuntos". Tampoco para Carro hubo una sorpresa en la sesión de investidura pese a los desacuerdos entre las dos fuerzas de izquierdas en los días previos. "Había certa indecisión no que puidera facer o PSOE, pero ao final cumpriuse co que estaba previsto, eu non levei ninguna sorpresa".