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El PSOE moañés suspende la negociación al rechazar el BNG que tenga Obras y Urbanismo

Los nacionalistas consideran que ambas áreas deben estar separadas para lograr un bipartito "equilibrado" -Los socialistas, dispuestos a abstenerse en la investidura y pasar a la oposición

La tercera reunión de la comisión negociadora, celebrada la tarde-noche del miércoles, evidenció las diferencias. // Gonzalo Núñez

El PSOE de Moaña ha avisado al BNG de que suspendía las negociaciones para intentar alcanzar un acuerdo de gobierno bipartito. Esta decisión drástica por parte de los socialistas se tomó después de que los nacionalistas señalasen, a través de un correo electrónico, que las concejalías de Urbanismo e Vivenda y de Obras e Servizos no debían recaer sobre un mismo grupo político, para garantizar el equilibrio entre ambos socios. Y es que esta fue una de las exigencias con las que los socialistas arrancaron las conversaciones en su fase del reparto de áreas.

Los socialistas ya no acudieron ayer a la reunión que estaba prevista en la sede del BNG, pues habían escrito un correo electrónico a los representantes del partido mayoritario de Moaña señalando que "lamentablemente nos vemos na obriga de suspender a negociación". A última hora de la tarde el socialista José Luis Leite, integrante de la comisión negociadora, aseguró que por su parte no volverán a negociar. "Entendemos que solo nós estamos dispostos a ceder dende a nosa posición inicial. Pediamos Cultura e Turismo e aceptamos que as dúas áreas se separasen. Pero cremos que eles non están dispostos a ceder en nada, así que o lóxico será que gobernen en minoría", aseguró Leite.

Eso sí, los socialistas aseguran que se abstendrían en la sesión de investidura de mañana, no propiciando un gobierno del PP pero pasando a la oposición y dejando al Bloque en minoría.

Desde el lado de la mesa del BNG, el responsable local, Daniel Rodas, explicó que además de entender que Urbanismo y Obras "non poden recaer nunha mesma forza", ambas concejalías estuvieron vinculadas tanto en el mandato recién finalizado como en el bipartito liderado por Xosé Manuel Millán (2007-2011) al cobro de sendas dedicaciones exclusivas al requerir de una implicación total en la vida municipal por parte de los concejales con dichas competencias. Esto haría que el PSOE, con tres concejales, tuviese automáticamente más dedicaciones que un BNG que con siete ediles se convirtió, el pasado 26 de mayo, en la primera fuerza política de Moaña desbancando al Partido Popular.

Los nacionalistas aseguraban ayer que todavía hay tiempo para que el PSOE regrese a la mesa de negociación y señalaron que seguirían con las puertas abiertas. En caso contrario, convocarán para la última hora de hoy una asamblea para comunicarle la nueva situación a los militantes.

Desde el PSOE, que mantenían al cierre de esta edición su intención de no regresar a las reuniones, también citarán para esta noche, a las 21.00 horas, a su militancia para explicar lo ocurrido.

Mañana, a las 12.00 horas, arrancan las sesiones de investidura, por lo que el margen de horas para que BNG y PSOE puedan prolongar el gobierno de coalición izquierdas que dirigió el Concello moañés en los últimos cuatro años es escaso.

Desde el BNG aseguran que no habían puesto reparos al resto de áreas que aspiraba a gobernar el PSOE. Según ha podido saber FARO, una de ellas es la de Cultura y Patrimonio, que ya estuvo gestionada por el PSOE en los últimos cuatro años.

Aunque todavía esperan a que los socialistas regresen a la mesa de negociación, desde el BNG argumentan que, de no producirse esta situación, volverán a ofrecer al PSOE la reedición del pacto firmado en el año 2015, con el mismo reparto de áreas, pese a que los nacionalistas salieron fortalecidos del paso por las urnas.

Las negociaciones ya se habían enquistado la noche del miércoles, cuando en poco más de una hora y media las dos partes de la mesa decidieron parar su tercera reunión ante lo alejado de ambas posturas sobre el reparto de áreas.

Programa conjunto

En las dos primeras reuniones, sin embargo, las negociaciones fluyeron con rapidez. Sirvieron para fusionar ambos programas electorales y redactar un acuerdo de gobierno con más de 40 puntos en el que aparentemente se establecía un criterio común incluso en aspectos como la finalización del paseo de Seara, en donde se evidenciaron más desavenencias entre ambas fuerzas a lo largo de los últimos meses.

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