Los ediles que dejan la corporación de Moaña y no repetirán en el nuevo mandato, además de Salvador Meira, que ya había entregado antes sus credenciales, se reunieron para compartir unos pinchos tras el pleno de aprobación de actas del miércoles. Pese a las diferencias políticas la velada se prolongó con un café posterior en un ambiente cordial. Para ellos es un adiós o es posible que un hasta luego de la política.

Aunque no tomaron la palabra en el pleno de esta semana, en el anterior aprovecharon para despedirse. El edil no adscrito, José Manuel Juncal Gallego, pidió disculpas a los vecinos "por se ao longo destes anos non estiven á altura do que se esperaba de min". Recordó que fue su tercer mandato como edil y no pudo asegurar si será el último. Puso en valor el trabajo del personal del Concello. Vicente Verdeal, del PP, aseguró que volvería a ser edil si el partido se lo pide. Rosa Solla recordó sus 18 años dedicados a la política "e agora toca adicarlle tempo á vida familiar e profesional", concluyó. El socialista Ezequiel Fernández, por su parte, consideró "unha honra" trabajar desde el gobierno para los vecinos y aludió también a que le toca dar un paso hacia su vida privada. Quiso agradecer la cooperación de los efectivos de la Policía Local y de Protección Civil, así como la comprensión de la oposición en sus gestiones.