Al estilo de las históricas conjuras de la plantilla del Real Madrid en el Asador Donostiarra, los jugadores y el cuerpo técnico del Alondras han decidido reunirse en torno a una mesa como mejor forma de estrechar lazos y coger fuerzas de cara al duelo de este domingo contra el Portugalete. Y es que ayer, tras el entrenamiento, quedaron para cenar una paella. La verdad es que no se nos ocurre mejor forma de visualizar la remontada que deben acometer para seguir soñando con el ascenso a Segunda División B. Esperamos que haga efecto y en su viaje a la ría de Bilbao le vaya mejor al Alondras que a las traineras gallegas, que en la pasada campaña no pudieron firmar su mejor año.