Entre las actuaciones que se están acometiendo en estas últimas semanas de obras en la Autovía do Morrazo se encuentra la instalación de pantallas acústicas en la zona de Broullón. Es el tramo más cercano a un núcleo de viviendas, de ahí que se instalen estos reductores de ruido con la intención de minimizar el impacto que el sonido del paso de vehículos pueda causar a los vecinos de esta zona. Se trata del único tramo en toda la autovía con este tipo de medidas.

En lo que respecta a las vallas de cierre perimetral, más pequeñas, y a los pasos habilitados de animales, ya fueron construidos.

Eso sí, aunque se consiga llegar a la apertura el próximo 21 de junio, desde la empresa constructora señalan que todavía acometerán la reposición de varios servicios afectados en las semanas siguientes, además de otras mejoras como la rehabilitación y puesta en valor del petroglifo de Devesa do Rei, que había sido dañado gravemente en la construcción inicial del Corredor la década pasada y cuya parte salvada podrá visitarse en el entorno de las rotondas de Meira, con carteles explicativos de su origen y de la configuración de sus grabados, muchos de los cuales se perdieron.

Las obras de este tercer tramo tienen un coste de 12 millones y hasta medio centenar de trabajadores se encargan de las últimas semanas de trabajos. La distancia lineal de esta última fase es de 3,8 kilómetros.