Augas de Galicia tiene contabilizados 160 puntos de vertido en la ría de Pontevedra, pero menos del 18% de todos ellos (un total de 28) se consideran contaminantes o ilegales al "no cumplir los límites". Así se detalla en el último inventario de focos de este tipo, fechado a diciembre de 2018, elaborado por la Xunta. Según este balance, el 42% (68 vertidos) sí se ajustan a los límites, si bien no se aclara a qué términos municipales corresponden. Sí se sabe que el pasado año se abrieron 75 expedientes sancionadores a administraciones, especialmente concellos, por vertidos ilegales a todas las rías gallegas, y otros 24 a empresas. No hubo ninguna multa a particulares.

Este "mapa" de focos que desembocan en el mar se conoce en pleno proceso de Augas de Galicia para reformar la depuradora de Placeres y conseguir que funcione correctamente, y con la polémica por la ejecución de un segundo emisario submarino y la posible ampliación de la planta de Lourizán, que cuenta con el rechazo vecinal y municipal.

Además, llega después de una nutrida movilización por tierra y mar, el pasado sábado e impulsado por el sector mejillonero, para reclamar a las administraciones competentes un saneamiento integral de la ría de Pontevedra, con especial hincapié en el emisario submarino.

Un estudio encargado por el sector del mejillón de la ría asegura que la contaminación en este punto, que afecta a los polígonos bateeiros de cultivo Portonovo A, B y D, supera en diez veces los límites permitidos por la legislación vigente. Esto supone que los productores no pueden vender el producto en fresco, sino solo a través de depuradora, con las consecuencias pérdidas económicas y medioambientales en general que ello implica.

Seguimiento

El inventario de Augas de Galicia no detalla ni la ubicación ni el grado de contaminación de los puntos de vertido, pero sí subraya que 56 de los 160 catalogados "han sido subsanados por Augas de Galicia". En cambio, otros 28 siguen por encima de lo permitido y siete están en investigación. En concreto, se indica que aquellos que "no cumplen los límites" son los "puntos detectados en este momento y que superan los límites establecidos y sobre los que Augas de Galicia realiza el seguimiento para su eliminación".

Los siete "en investigación" son aquellos "que los técnicos de Augas de Galicia clasifican así cuando sospechan de cualquier indicio de punto contaminante" y que se estudian para determinar su grado real. En cuanto a los "subsanados", (los "resueltos a instancia de las inspecciones") se detalla que "desde que se implantó, en 2009, el sistema de Plan de Control de Vertidos, se subsanaron un total de 253 en todo el litoral de la provincia, ámbito en el que se constatan 838 vertidos, 393 de ellos ajustados a la normativa y 152 por encima de los límites.

La memoria de 2018 de Augas de Galicia indica que en toda Galicia, a diciembre del pasado año, estaban inventariados 8.996 puntos de vertido al dominio público, en especial a ríos y el mar, aunque también a otros ámbitos. De todos ellos, 1.249 están considerados contaminantes, 622 estaban en investigación en diciembre, 4.387 cumplen los límites o han desaparecido y 2.838 fueron eliminados por Augas de Galicia.

Otras rías

Con un notable malestar a orillas de la ría por su situación ambiental, Augas de Galicia constata que la de Pontevedra es, entre las Rías Baixas, la que presente un menor censo de puntos de vertido, ya que sus 160, con 28 ilegales, están por debajo de los 425 de Arousa, con 74 que exceden los límites) o los 197 de Vigo, 35 de ellos con anomalías. En la de Muros-Noia se han inventariado 160, igual que en la de Pontevedra, pero los contaminantes son más, 47.

Augas de Galicia también señala que en la ría de Aldán hay 22 vertidos, dos de ellos irregulares, y en la de Baiona hay 34 más, de los que trece no cumplen la normativa. De este modo, la ría de Pontevedra ocupa el cuarto lugar en Galicia, por delante de las de Ferrol y A Coruña, que suman entre ambas 244, con 18 ilegales.

En la protesta del pasado sábado, con una manifestación de embarcaciones por la ría, los concentrados denunciaron que "nos encontramos en una situación límite que, de no solucionarse, nos pondrá a todos en breve contra las cuerdas. Es una situación insostenible que solo todos nosotros, presionando a la clase política, que debería velar por nuestros intereses, podemos cambiar".

Culpaban de ello a Augas de Galicia de la Xunta, "mayor responsable de esta catástrofe colectiva, que mantiene una postura a la defensiva y hace oídos sordos a las propuestas que le hemos planteado en los últimos años", pero también a los ayuntamientos implicados, Pontevedra, Marín y Poio. "Es un partido de tenis eterno en el que nosotros somos la pelota y llevamos todos los golpes", se lamentan.