Tras un año en manos privadas, concretamente de la Asociación de Socorristas Profesionales de O Morrazo (Aspom), el Concello de Cangas pretende recuperar la coordinación del salvamento en playas durante la época estival. Ayer se realizaron, precisamente, las pruebas de selección. Participaron 25 de los 38 que se habían inscritos, cifra que coincide exactamente con el número de plazas que se crean, a lo que hay que añadir también la de patrones de embarcación. La prueba se realizó en la playa de Rodeira y consistió en realizar una carrera de 200 metros por la playa, echarse al mar y rescatar un muñeco que estaba situado a 50 metros de distancia y dos de profundidad.

Los socorristas seleccionados tendrán que realizar su tarea en las playas con bandera azul: Rodeira, Areamilla, Liméns, Nerga, Melide, Areabrava y Menduiña. Está previsto que el servicio entre a funcionar después de San Juan y que finalice el 15 de septiembre.

Se esperaba una mayor afluencia de candidatos, porque la situación respecto a otros años no ha cambiado. Los concellos siguen pendientes de las fluctuaciones del mercado. No se descarta que los que se presentaron ayer en Cangas lo hicieran también en otros municipios y que eligirán irse a donde más pagan, dejando vacantes en Cangas.

La experiencia del año pasado con Aspom solo fue satisfactoria para la concejala de Playas y Medio Ambiente del Concello de Cangas, Tania Castro. Pero dejó varios incidentes que a día de hoy aún no fueron resueltos y también la consabida reparación del Interventor al pago a este colectivo, 7.000 euros concretamente.

El alcalde en funciones, Xosé Manuel Pazos, si es reelegido quiere recuperar totalmente el control de este servicio. La imagen dada el año pasado no fue la mejor. Hubo problemas con la silla anfibia de Rodeira y de Areamilla y problemas más graves con un socorrista amenazado con un expediente por, supuestamente, estar en el puesto de vigilancia en estado de embriaguez, según el informe de la Policía Local de Cangas.