Siguen cayendo cascotes de la torre y la nave principal de la vieja fábrica de Massó. La propiedad, que en la actualidad es Abanca, se vio obligada a instalar vallas de protección con el propósito de impedir, a las personas que disfrutan del paseo construido por la Autoridad Portuaria de Vigo, se acerquen a la fachada, donde se pueden apreciar los cascotes de un patrimonio conservero que se cae a pedazos y que será casi imposible conservar si no se actúa rápido. Las valla metálicas se aprovechan también para ser soporte publicitario de los partidos políticos que concurren a las elecciones municipales.

La propiedad también valló y precinto una zona próxima al lugar donde está el chiringuito del paseo, donde acostumbraban a aparcar los vehículos de los bañistas de la playa más próxima. El inmueble fue en su día un almacén, cuya fachada principal ofrece serias dudas sobre su seguridad. Una gran brecha apunta a que puede caer en cualquier momento, de ahí el precinto de la zona de seguridad.

Según señala el concejal de Urbanismo, Mariano Abalo, se están recabando más datos para reclamar a la propiedad que realice una intervención de seguridad más contundentes. En estos momentos, en el Concello hay denuncias de fiestas musicales en la ballenera y de aumento del tráfico en la zona. También la Policía Local elabora informes porque se volvieron a producir asaltos a la nave principal, con el riesgo que ello conlleva. No hay que olvidar que hace un par de años un joven cayó por un agujero y quedó aprisionado en una zona de la nave. Según Mariano Abalo, se están agravando situaciones que ya estaban de antes.

Paseo

Pero el paseo de Massó, ese que construyó la Autoridad Portuaria de Vigo en época de López Chaves sigue sin atención ninguna. El Puerto de Vigo incumplió su compromiso con el Concello de Cangas por el que el dinero municipal se encargaría del mantenimiento del citado paseo a cambio de la cesión al Concello, por parte de la Autoridad Portuaria, de la torre y la nave principal de Massó. Fue el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Enrique López Veiga, que permanece en el cargo, quien anuló el acuerdo por el que el municipio pasará a ser propietario de 23.000 metros cuadrados de la superficie en tierra, mientras que los 48.500 de la lámina de auga pasarían directamente a Costa del Estado. La cesión permitía al Concello hacerse con 5.00 metros cuadrados de la esquina de la fábrica donde está la emblemática torre, que pasaría a se municipal, además de toda la franja marítima del aseo hasta la ballenera. El abandono del paseo es manifestó, con la maleza trepando por las zonas de esparcimiento y la hierba cubriendo los árboles que crecen.