"De verdade que nin no último pleno vai haber paz?", planteaba el alcalde, Xosé Manuel Pazos, tras abrirse la sesión con protestas de la oposición por lo que reflejan las actas anteriores e intercambio de acusaciones entre los ediles Rafael Soliño (PP) y Mariano Abalo (ACE). Y ese fue el tono hasta que los populares abandonaron la sala antes de que se votara su propia alegación a una transferencia de crédito por importe de 568.714 euros para acometer obras cuya urgencia cuestiona. Su portavoz, José Enrique Sotelo, calificó de "burla" la propuesta, criticó que se retiren 200.000 euros del convenio con la Diputación para dotar de aceras al vial O Viso-Igrexario, así como el proceder del secretario municipal, y anunció que solicitará de inmediato la certificación del acuerdo y que valoran denunciar judicialmente la propuesta.

El punto relevante del pleno extraordinario era la propuesta de la Alcaldía para la aprobación definitiva de la referida transferencia de crédito, previa respuesta a las alegaciones presentadas por el PP el 29 de abril. Estas fueron desestimadas con los argumentos de que no se ciñen a las causas tasadas de reclamación, que recurren a apreciaciones políticas que no afectan en la tramitación del procedimiento y que, con respecto a la advertencia de incumplir la regla de gasto, "carecen de virtualidad invalidante".

Pero las discrepancias se manifestaron en el fondo y en las formas. Tras negarse el secretario a modificar el acta de la sesión anterior para incluir pormenores exigidos por el PP y que, según dijo, no se corresponden con su función de recoger la "sucinta situación" marcada por ley -sí aceptó algunos matices del edil del PSOE Alfredo Iglesias que consideró relevantes-, el alcalde decidió entrar en el asunto central, su propuesta de modificación de crédito. Tanto Pazos como el concejal del BNG Xoán Chillón repartieron a los grupos un resumen de actuaciones que prevén acometer con los 568.000 euros que se minoran de amortizar préstamos (368.714) y transferencias a otras administraciones públicas (200.000 euros, que figuraban para afrontar el convenio para urbanizar la carretera de O Viso).

"Que se nos entreguen agora isto parécenos unha falta de respeto", protestó Sotelo, e invitó a Pazos a recogerlo mientras ya anunciaba que abandonarían el pleno ante tal cúmulo de "despropósitos", en el que volvió a implicar al secretario municipal por no remitirle los informes solicitados, entre otras. El abandono de los ocho ediles del PP fue tildada de "escapada" por el concejal de Facenda, Mariano Abalo, aunque el único miembro de la oposición que permanecía en la sala, el socialista Alfredo Iglesias -José Luis Gestido, de Cangas Decide, no asistió a la sesión matutina- abundó en la falta de "transparencia" en las convocatorias y en la documentación aportada y puso en duda la urgencia de esas obras.

En los folios entregados al inicio del pleno, y que el PP devolvió, figura un listado de trabajos a realizar con el dinero transferido. Entre ellos, mejora de los campos de petanca y del keniata, de la piscina municipal, arreglos en las pistas de atletismo, Rodeira y el pabellón de Romarigo, reparación de parques y jardines o 330.000 euros para abastecimiento y saneamiento de aguas en Vilariño y otros.