Alrededor de 230 vecinos de Ons y representantes de los cuatro grupos políticos con representación en el Concello de Bueu se concentraron ayer delante de la Consellería de Medio Ambiente para protestar por los requisitos para obtener la tarjeta de residente que permite acceder a la isla fuera del cupo general de 1.300 visitantes diarios. Los isleños quieren un acceso libre para todo su círculo familiar, una reivindicación en la que cuentan con el apoyo del Concello. Los vecinos estuvieron acompañados por los portavoces políticos ya que a primera hora de la mañana la Dirección Xeral de Patrimonio Natural se puso en contacto con el alcalde, Félix Juncal, para comunicarle la suspensión de la reunión prevista para ayer a las 16.30 horas. La titular del departamento, Belén do Campo, acusó al regidor de hacer "un uso partidista" de esta cuestión y de "politizar" las negociaciones abiertas con los isleños.

La jornada de ayer fue intensa desde primeras hora de la mañana. La consellería, al tener conocimiento de que desde Bueu saldrían varios autobuses y que los vecinos se concentrarían en el exterior durante la reunión, decidió cancelar esa cita y aplazarla hasta después de las elecciones del 26 de mayo. La dirección xeral reprochaba la "politización" y el "uso partidista en plena campaña electoral" de las demandas vecinales. "O único ao que se dedica o alcalde é a retrasar as negociacións que a Xunta iniciou cos concesionarios co fin de facilitar o acceso dos seus familiares á illa", argumentan. Tras esta suspensión Juncal convocó de urgencia una junta de portavoces municipales a mediodía, en la que todos los grupos acordaron mantener la concentración prevista en Santiago y apoyar las reclamaciones de los vecinos, que exigen un acceso libre para todo su círculo familiar.

Alrededor de las tres de la tarde salieron desde Bueu cuatro autobuses y algunos vehículos particulares, que trasladaron a cerca de 230 personas para participar en la concentración. Félix Juncal y el portavoz de ACB, Julio Villanueva, llegaron a entrar en la sede de la Consellería de Medio Ambient para comunicar su presencia y dejar constancia de que se habían trasladado a Santiago pese a la cancelación de la reunión. "O que nos dixeron é que non había ninguén", decía el regidor.

La protesta se desarrolló delante de la sede de la consellería sin ningún tipo de incidente y duró aproximadamente una hora, hasta las 17.30 horas. Los vecinos mostraron pancartas y corearon consignas como "A illa é nosa, non dos madrileños" o "Coa nosa illa non se xoga, Feijóo escoita".

Los representantes políticos acordaron realizar una declaración conjunta a través del alcalde para transmitir una única posición, en la que lamentaban la "falta de lealdade e xustiza" por parte de la consellería. En esa declaración pidieron a los vecinos "firmeza e determinación, pois temos a lexitimidade de reclamar que nos escoiten e chegar ata o final do camiño, conscientes de que se nos mantemos unidos gañaremos". Los representantes de BNG, PP, PSOE y ACB defendieron ante los concentrados que "non temos que ser intrusos na nosa terra, Ons é o que é grazas a vós e xa é hora de que se vos recoñeza como parte da identidade deste lugar". Vecinos y corporación volvieron a citarse el lunes, a las 18.30 horas en el Centro Social do Mar de Bueu.

La presión vecinal y municipal está relacionada con la apertura del periodo de temporada alta que regula el acceso al Parque Nacional Illas Atlánticas, que comenzó ayer. Desde la Dirección Xeral de Patrimonio Natural reclaman al alcalde "que deixe de manipular" porque se están habilitando los instrumentos necesarios para que las personas que lo deseen "podan acceder a illa, ben por cupo de visitantes ou ben por carné nominal". Según los datos de Medio Ambiente en la isla de Ons hay más de 80 concesiones de uso y es un bien natural que "forma parte do patrimonio de todos os galegos" y no solo del Concello de Bueu. "Non é unha illa habitada de xeito permanente, constante e densamente habitada, polo que lamentamos as desinformacións reiteradas ao facer comparacións non extrapolables a outras illas con circunstancias ben distintas", sentencian desde la Consellería de Medio Ambiente.