Vecinos de Bueu urgen al Concello que adopte las medidas necesarias para tapiar e impedir el acceso a un edificio sin acabar en el que denuncian que se trapichea y se consumen drogas. La situación aseguran que puede suponer un riesgo evidente para la salud pública, como recoge un informe de la Policía Local de hace apenas unos días.

El inmueble en cuestión da frente a la carretera PO-551, en el lugar de A Canceliña y a la altura de la Avenida da Barca. Las obras están paralizadas desde hace años y el edificio se ha convertido en un punto de consumo y de trapicheo de estupefacientes, tal como tienen constancia la Policía Local y la Guardia Civil. Vecinos del entorno reclaman al Concello de Bueu que proceda a tapiar y cerrar la entrada o que en su defecto obligue a sus propietarios a asumir esos trabajos. "Hay que buscarle una solución cuanto antes, el interior está lleno de restos de jeringas y es un peligro, sobre todo para los niños", reclaman.

La empresa promotora, según el informe de la Policía Local tiene su sede en Madrid. Desde el Concello de Bueu reconocen que las quejas no son nuevas y en su momento se requirió a la constructora que procediese a tapiar el edificio. "Fixo caso omiso e tivo que ser o propio Concello o que pechou o acceso cunha valla de rede metálica", aseguran desde el gobierno local. No obstante, el informe policial constata que varios desconocidos consiguieron abrir un paso hacia el interior aprovechando que la estructura no está bien fijada a la pared. "Utilizan a obra para consumir drogas, deixando os restos esparcidos polo cham, defecar... E incluso en determinados casos para durmir, ocasionado con todo iso un risco evidente para a saúde pública", dice el informe de la Policía Local de Bueu.

Con este dictamen en la mano, desde el departamento de Urbanismo se está preparando una orden de ejecución en la que se insta a la promotora que proceda a cerrar los accesos al edificio y poder acabar con esta problemática. En caso de que la promotora no atienda a este nuevo requerimiento municipal será el Concello quien asuma los trabajos, repercutiendo a continuación de manera subsidiaria los costes a la constructora.