La cruz metálica y las letras con los nombres de los "caídos" del bando nacional en la Guerra Civil retiradas el lunes de la fachada sur de la excolegiata de Cangas por operarios municipales están desde ayer clasificadas y custodiadas en el Archivo del Concello y en las dependencias de la Policía Local, a la espera de que la Iglesia o los familiares de los fallecidos las reclamen. Ese es uno de los compromisos adquiridos por el alcalde, Xosé Manuel Pazos, con las partes directamente implicadas y con la Dirección Xeral de Patrimonio, que la institución municipal tiene, además, el firme deseo de cumplir, asegura el regidor, aunque anuncia que para ello deben formalizarse las solicitudes y certificar que los demandantes son los legítimos herederos de aquellas personas.

El operativo de retirada de esos símbolos estaba preparado de antemano. Las letras que forman el nombre de cada persona fueron extraídas una por una e introducidas en bolsas individuales y estas, a su vez, archivadas en cajas debidamente identificadas para facilitar cualquier trámite posterior.

Tras los trabajos de clasificación en el archivo, todas esas pertenencias fueron trasladadas ayer a dependencias de la Policía Local para que las custodie de forma provisional. La intención es que permanezcan allí hasta que las personas o entidades interesadas las reclamen y acrediten cumplir los requisitos para recibirlas.

Para cada caso se abrirá un expediente con todos los datos disponibles y los destinatarios tendrán que documentarlo. En última instancia será el departamento jurídico del Concello el que certifique esos datos y avale o ponga reparos a la entrega. Las letras u objetos que nadie reclame pasarían a forman parte del archivo municipal de forma permanente o a seguir el mismo procedimiento que se aplica a los "objetos perdidos", que permanecen depositados en dependencias policiales hasta que se formalice la entrega o se proceda a destruirlos, si nadie muestra interés en ellos. Una opción que ahora no se contempla porque su retirada aún es muy reciente y no se han producido movimientos al respecto. "De momento, están a disposición dos herdeiros", señalan.

Xosé Manuel Pazos insistió ayer en que la intención del Concello de Cangas no es poner trabas a ese procedimiento para que las letras y símbolos pasen al ámbito privado o religioso que le corresponda, aunque "oficialmente aínda ninguén os pediu". Para agilizarlo, el alcalde tiene previsto reunirse a corto plazo con el cura párroco, Severo Lobato, sobre todo por buscarle un destino a la cruz, que es un elemento religioso y tendría su ubicación más apropiada en dependencias eclesiásticas.