Los colegios e institutos de Bueu se han empeñado en demostrar de manera empírica que la ciencia y la literatura no son compartimentos estancos. Todo lo contrario. Entre dos ramas en apariencia tan contrapuestas existen multitud de vasos comunicantes que las relacionan y las enriquecen mutuamente. Es algo que ayer pudieron comprobar in situ las cientos de personas que a lo largo de todo el día pasaron por la II Feira da Ciencia e Literatura de Bueu, una iniciativa impulsada desde IES Johan Carballeira y en la que participan todos los centros educativos del municipio. Una de las primeras personas que pudo recorrer los distintos puestos del evento fue la conselleira de Educación, Carmen Pomar, que acudió a la inauguración oficial de la feria y felicitó a la organización por demostrar de manera tan clara y amena que "se pode conxugar a ciencia e as letras".

La feria se desarrolló bajo una carpa instalada en la Praza Massó, aunque también hubo actividades en la sala Amalia Domínguez Búa y en el Museo Massó, que colaboró con sendos talleres sobre orientación en el mar y Julio Verne. Precisamente el autor francés era una de las figuras con mayor presencia en los puestos de esta fiesta del saber y el conocimiento. "É un referente de que ciencia e literatura aliméntanse mutuamente", insitía en su discurso inaugural la conselleira, que luego recorrió el recinto acompañada por docentes, el alcalde de Bueu y representantes municipales.

Una de las novelas más conocidas de Verne, "De la Tierra a la Luna", servía para recordar que en 2019 se cumplen precisamente 50 años de la misión del Apolo XI y de la llegada del ser humano al satélite lunar. Los visitantes se podían sentir casi como un astronauta haciéndose una foto en una especie de "photocall". Durante este año 2019 se conmemora otro hito para la ciencia: los 150 años de la tabla periódica de los elementos, que también tenía una presencia destacada en esta II Feira da Ciencia e Literatura de Bueu. Las actividades también tenían como objetivo visibilizar el papel de la mujer en la ciencia, algo que se mostró a través de proyecciones y entrevistas.

El evento estaba organizado en diferentes puestos, cada uno de ellos dedicado a un libro con trasfondo científico: "A señorita Bubble", "Marie Curie: la actividad del radio", "La cuchara menguante", "Cando Verne amarrou en Vigo", "La vuelta al mundo de un forro polar rojo", "La clave secreta del universo", "Jules Verne e a vida segreda das mulleres planta" y "El universo en tus manos". Cada uno de estos volúmenes dio pie a que el alumnado pudiese mostrar experimentos y contenidos científicos, algunos incluso extrapolados a algo tan cercano como las especies que crecen en el entorno del río Bispo de Bueu. Otros querían explicar de manera práctica cómo funciona la fuerza de la gravedad, con una muestra del distinto grado de esfuerzo que habría que hacer para levantar seis kilos en nuestro planeta o en la luna.

Alguno de los puestos mezclaba ciencia y conciencia social, como el de "La vuelta al mundo de un forro polar rojo". Los estudiantes mostraron a pequeña escala los efectos que tiene el efecto invernadero sobre el planeta, con la pérdida de masa de hielo en los polos y el aumento de las inundaciones, pero también hicieron un seguimiento a todo el proceso que requiere la fabricación de un forro polar. Desde un simple encargo hecho desde Alemania a la explotación de recursos, los abusos laborales en países como Bangladés y como finalmente ese polo acaba siendo una de las prendas que visten los inmigrantes que cruzan el mar intentando llegar a Europa. Literatura, ciencia y conciencia.

El gran objetivo ahora es conseguir que esta feria que acerca de manera amena ciencia y literatura pueda seguir y mantener su gran nivel. "As veces o fácil é facer a primeira edición, o difícil é facer a segunda e mantela. Eu espero estar aquí na terceira", manifestó antes de despedirse la conselleira de Educación.