Las federaciones provinciales de cofradías mantuvieron esta misma semana una reunión con la Consellería do Mar para fijar posiciones acerca de la veda anual del plan de explotación del pulpo. La posición defendida por los pósitos de la provincia de Pontevedra pasa por un cese de actividad entre el 17 de mayo y el 1 de julio, un periodo muy similar al de años precedentes y que tiene todas las papeletas para ser el que finalmente apruebe la consellería. La decisión definitiva no tardará en conocerse y lo más probable es que la próxima semana se concrete.

Las cofradías renuncian a regañadientes a incluir una petición recurrente: que ese paro sea subvencionado. Durante el debate previo a la reunión con los responsables de Mar se planteó esa posibilidad, aunque finalmente se descartó. "Acceder a un paro biolóxico remunerado implicaría unha serie de condicións adicionais que resultan inasumibles para a flota", reconocía ayer el presidente de la Federación de Pontevedra y patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas. No obstante, el sector aspira a que de cara a la veda del año 2020 las tripulaciones tengan al menos la posibilidad de acceder al paro por cese de actividad mientras dure la prohibición de pescar.

Esto no significa que el sector renuncie a conseguir ya otro tipo de mejoras en el plan de explotación que debería iniciarse el 1 de julio. Una de ellas está relacionada con las cuotas diarias de capturas. Actualmente se establecen dos periodos: durante los meses de julio y agosto el tope es de 30 kilos de pulpo por barco y otros 30 por cada tripulante enrolado y a bordo, mientras que entre septiembre y mayo esa cuota sube hasta los 50 kilos. La propuesta que se planteó esta semana pasa por establecer un tope lineal para todo el año y fijarlo en 50 kilos por barco y otros 50 por cada tripulante enrolado y a bordo. En lo que respecta al régimen de calado de las nasas se han acordado algunos cambios. Así, por la cara oeste de la isla de Ons (la parte exterior) no se establece un fondo mínimo para dejar los aparejos. Hasta la fecha deben estar a una profundidad mínima de 25 metros, pero como en esta zona no hay solapamiento con la nasa nécora se acordó levantar esta restricción en este punto.

La actual campaña del cefalópodo podría calificarse como "normal, tirando a frouxa", asegura el patrón mayor de Bueu. "Esta sendo un ano que non é atipicamente abundante nin atipicamente escaso", añade. Hasta la fecha el conjunto de las lonjas gallegas han subastado algo más de 2 millones de kilos de cefalópodo, que han supuesto un volumen de negocio superior a los 18,1 millones de euros. Se trata de cifras notablemente superiores a las dela campaña 2017/18 a estas mismas alturas. En aquel momento se habían capturado casi 1,4 millones de kilos, con una facturación conjunta de 13,1 millones de euros, según los datos de la plataforma Pesca de Galicia.

Los precios tampoco son los mismos, aunque según Pesca de Galicia se han alcanzado cotas de los 18 euros el kilo. Aún así el precio medio en Galicia esta campaña se sitúa por debajo del umbral de los 10 euros. "Para que subise máis tiña que haber un 'crac' nas capturas que veñen de Mauritania ou Marrocos. Pero tampouco é algo que compense porque se os prezos están moi altos ao final o polbo convértese case nun produto gourmet: os restaurantes retírano das súas cartas e os supermercados non o ofrecen porque a xente non pode pagalo", argumenta el presidente de la federación provincial de Pontevedra, que considera el actual nivel como "razonable".

La lonja de Bueu es precisamente una de las referencias en lo que se refiere a la descarga de pulpo. En lo que va de campaña supera los 184.000 kilos de pulpo subastado, con un volumen de ventas de 1,7 millones de euros. Durante los últimos meses el cefalópodo se ha cotizado a precios máximo por encima de los 11 euros, lo que sitúa el importe medio en 8,35 euros. Las cifras contrastan con las de la temporada anterior a estas mismas fechas: menos de 110.000 kilos y unas ventas por debajo de los 1,1 millones de euros a pesar de que el precio medio estaba por encima de los 11 euros el kilo.