El Juzgado de Instrucción número 2 de Marín ha autorizado a la familia J.M. Álvarez Barral a enterrar provisionalmente su cuerpo en un nicho propiedad del Concello de Bueu. Se trata de un sepelio provisional porque el cuerpo aún está pendiente de una identificación definitiva, un proceso que tardará varios meses, explican desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

Fuentes judiciales explican que antes de entregar un cuerpo de manera definitiva a la familia tiene que existir lo que se denomina "identificación plena". En este caso apuntan que todo hace indicar que el fallecido era este hombre, que era el único inquilino de la vivienda. No obstante, esa identificación plena se ve comprometida por el hecho de que el cuerpo quedó carbonizado. "Se ha procedido a extraer una placa dental, que se remitirá a un laboratorio de la Policía en Madrid para hacer la comprobación definitiva", explican. Se trata de una prueba cuyos resultados aún tardarán varios meses y el cuerpo no puede permanecer más de seis días en las instalaciones del Instituto Anatómico Forense. Por ello, desde el juzgado se pusieron en contacto con el Concello de Bueu para proceder a un sepelio provisional en un nicho municipal. Esta decisión ya se ha comunicado a la familia, que según fuentes judiciales comprendió la situación.

Mientras tanto, la Guardia Civil continúa con la investigación para determinar las causas que originaron el incendio en la vivienda. La autopsia determinó que el cuerpo no presentaba signos de violencia y que el hombre falleció por inhalación de humo.