Medio centenar de niños y padres desafiaron ayer a la lluvia para participar en el acto final de la semana de visibilización del autismo organizada por la asociación Autismo Morrazo en colaboración con los concellos.

En el soportal de entrada de la casa consistorial moañesa, los jóvenes usuarios de Autismo Morrazo construyeron un símbolo de infinito en un mural, confeccionado con fotografías tomadas en los actos organizados a lo largo de la semana pasada en todos los colegios de la comarca. En ellos también se formaron "infinitos" con los alumnos. Igual que ayer hicieron los presentes dentro del consistorio.

El acto finalizó con la lectura de manifiestos. Más allá del texto institucional destacó el manifiesto leído por dos pequeños quienes recordaron que el autismo "no es una enfermedad".