La aldea de Meiro cerró ayer el XXI Encontro-Degustación do Millo Corvo después de un fin de semana que estuvo pasado por agua. La meteorología restó afluencia de visitantes hasta la aldea de Bueu, pero aún así hubo muchos vecinos y visitantes que no quisieron perderse la oportunidad de desgustar las empanadas y dulces elaborados con harina de "millo corvo" o de dar cuenta de un buen plato de huevos fritos con pan de "millo". Algunos comieron directamente en la carpa instalada en el recinto de A Morada, mientras que otros prefirieron llevarse los productos a sus domicilios.

La jornada volvió a incluir charlas, como la presentación de las Conservas María Tola o el taller degustación que no se pudo celebrar el sábado con Algamar. Tampoco faltaron las actuaciones musicales, que ayer fueron a cargo del grupo tradicional Ferreñas de Caaveiro y Os Carunchos, que pusieron el broche a la edición de este año.