Las cosas no son fáciles para los vecinos del barrio de Nazaret, en Cangas, ni cuando desde el gobierno municipal se pone en marcha en la zona la peatonalización y humanización del entorno estratégicamente situado. Un grupo de vecinos lucha contra el empeño de algunos de dejar el barrio como estaba, contra aquellos que consideran que su situación es privilegiada en lo que se refiere a las plazas de aparcamiento por disponer de tarjetas de residentes que les permiten estacionar sin ser multados. Nazaret era un barrio tomado como aparcamiento por numerosos vecinos de Cangas. Hoy, desde el gobierno municipal y por parte de este grupo de vecinos, se quiere cambiar esa imagen, de ahí la peatonalización. Pero faltan también obras de mantenimiento y mejora, que siguen paralizadas sin que se sepan los motivos.

Comentan estos vecinos pro-peatonalización que nadie en décadas se había preocupado por un barrio que nació en los años 50 y donde las casas fueron construidas a golpe de "ladrillo rasilla" y arena de playa. Son edificaciones que se resienten por el tráfico que genera diariamente, en parte por tener un colegio público en las inmediaciones . Apuntan que sus casas están llenas de grietas y tiemblan con el paso de los coches y con la entrada de los autobuses del colegio. Recalcan el mal estado de las infraestructuras y hacen hincapié en la aceras maltrechas y en los problemas con el alcantarillado, que se atasca frecuentemente. Hay malos olores en el barrio y las ratas acostumbran a realizar visitas inesperadas a las casas. También, las tuberías del barrio son muy antiguas.

Recuerda este colectivo que a mediados del año pasado los vecinos contactaron con el Concello de Cangas y solicitaron una propuesta de mejora que solventase todos estos problemas. El gobierno local prometió entones la renovación de las infraestructuras del barrio, incluyéndose en la propuesta la renovación de la acometida de aguas, el alcantarillado, nuevas aceras y acceso y aparcamiento limitado a residentes para reducir el tráfico y aliviar la carga estructural a los edificios, tal y como se hizo en otras zonas, como Méndez Núñez o Félix Ozámiz. Estos vecinos lamentan que se hayan paralizado las obras y que, de forma sorprendente, la delimitación de plazas sembrara la discordia entre los vecinos del barrio y calles adyacentes, sin llegar a solucionar sus problemas fundamentales.

Aparcamiento solidario

Este colectivo está a favor de la peatonalización y la defiende en el barrio. Además señala que de las 40 plazas que hay en la calle, 23 fueron destinadas a profesores y también van a aparcar vecinos del casco vello. Sí lamentan que se pretenda echar todo por tierra, cuando la peatonalización va a servir para mejorar un barrio denostado desde hace tiempo y que hay que empezar a concienciarse que va a dejar de ser el barrio-parking que todo los vecinos de Cangas utilizaban.

Precisamente, ayer, este grupo de vecinos denunciaba la presencia de tarjetas para residentes falsas. Lo pusieron en conocimiento del inspector jefe de la Policía Local, que pudo comprobar que de tres que le pusieron encima de su mesa solo una era legal.