La reordenación temporal del tráfico en el enlace de Meira del Corredor entró en funcionamiento ayer a primera hora de la tarde, sin que se registrasen incidentes a lo largo de toda la jornada. Aproximadamente desde las 15.00 horas de ayer, todo el tráfico que pasó por el tramo entre la autovía finalizada y el Corredor en obras es desviado a través de las dos rotondas de la salida de Meira y el paso elevado. El ramal que funcionaba solo como salida en dirección Cangas-Vigo pasó a estar delimitado en dos carriles con ambos sentidos de la circulación. Quedó por lo tanto cerrada la circulación tanto en el tronco central del Corredor y la autovía como en el ramal de entrada a esta carretera y permanecerá así al menos durante seis semanas.

La razón de este desvío es la necesidad de construir el nuevo enlace que funcionará ya con los cuatro carriles del último tramo de autovía. El ramal cerrado ayer será volado con cargas explosivas a lo largo de esta misma semana. Desde la Consellería de Infraestruturas anunciaron para este miércoles las primeras tres explosiones que implicarán cerrar toda la carretera al tráfico durante cinco minutos con cada carga, por motivos de seguridad. Los cortes se señalizarán de forma manual y están previstos para las 13.00, 15.00 y 17.00 horas de mañana. Este desvío estará en funcionamiento al menos durante las próximas seis semanas. En las jornadas finales de las obras de la autovía será necesaria una nueva reordenación, al pasar todo el tráfico del tronco central por los nuevos carriles para asfaltar los antiguos.

El próximo lunes 8 de abril comenzarán los cortes en los enlaces de Broullón. En este caso la empresa constructora -la UTE integrada por Covsa y Taboada y Ramos- estima que la reordenación de la circulación en este punto se extienda unas 10 semanas, aproximadamente hasta el final de las obras.

Además, la carretera general de Moaña a Marín (PO-313), sufrirá también cierres puntuales a la circulación para la instalación de las vigas de la compleja ampliación del paso inferior de Broullón, cuyas obras, sin limitar el paso de coches por el Corredor, se están ejecutando desde septiembre de 2018. La propuesta es realizar estos cortes los días 8, 9 y 12 de abril entre las 9.30 y las 13.30 horas por las mañanas y entre las 15.30 de la tarde y las 8.30 horas del día siguiente.

El calendario de trabajos está muy ajustado a los plazos dados por la Xunta. Desde la constructora no descartan que la puesta en servicio del último subtramo de autovía se retrase ligeramente a la primera quincena de junio. Eso sí, recuerdan que el contrato suscrito con la Xunta concluye en el mes de agosto. De todas formas, salvo problemas de última hora, evitarán estar trabajando cuando se incremente la intensidad de vehículos con la llegada del verano, "con el objetivo de limitar al máximo las afecciones al tráfico". Hay que recordar que en estos momentos son unos 10.000 los vehículos que cruzan cada día este tramo de carretera en ampliación.

Pendientes de las lluvias

Desde la constructora entienden que si hay percances y el tiempo acompaña podrán inaugurar a finales de mayo, como había anunciado la Xunta, aunque estarán pendientes del tiempo, pues las lluvias que regresarán esta semana podrían retrasar los plazos establecidos para cada una de las tareas pendientes de ejecutar.