Portos de Galicia sacó a licitación el dragado del puerto de Meira, en Moaña, utilizado sobre todo por las embarcaciones de pesca de bajura y marisqueo a flote. Se trata de una inversión importante, que asciende a 244.948,54 euros y cuya obra deberá estar ejecutada en un plazo de tres meses en cuanto se adjudique a una empresa. La compleja obra es una vieja demanda del sector del mar en Moaña que tiene su base de operaciones en este puerto. Y es que la operatividad del muelle se vio reducida "debido á sedimentación de materiais nos fondos", apuntan desde Portos de Galicia. Recuerdan que la falta de calado está dificultando la capacidad para realizar maniobras con las embarcaciones. Este muelle, además, cuenta en el espacio de su antigua rampa de varada con la única marina seca del litoral moañés, explotada en régimen de concesión por un astillero local, y que ocupa una superficie de 3.800 metros cuadrados de las instalaciones portuarias. Esta marina seca opera desde mayo de 2015.

En la memoria justificativa de estas obras, Portos explica que, al encontrarse el muelle de Meira junto a la desembocadura de un río, se producen sedimentaciones de los materiales en suspensión. "O que produce unha progresiva perda de calado, en especial no caso de choivas fortes". De ahí que estos dragados sean necesarios para mantener el calado que permita la correcta utilización de los pantalanes. Los sedimentos proceden de la salida del río Barranco do Faro y de la propia dinámica marina. Hay que recordar que el muelle se encuentra en la antigua isla de Samertolaméu, reconvertida en península y que deberá recuperar en un futuro su carácter insular para reducir la acumulación de lodos.

En el proyecto se prevé la extracción de unos 15.000 metros cúbicos de material, que la empresa adjudicataria deberá gestionar. Se actuará sobre una lámina de agua de 10.000 metros cuadrados, frente al pantalán flotante de mayor tamaño que usan los marineros.

En estos momentos los pantalanes menores, ubicados al norte de la rampa de varada, presentan calados muy escasos, de menos de un metro de profundidad, lo que dificulta en gran medida la actividad portuaria. Es por ello que Portos plantea un dragado hasta alcanzar una cota batimétrica de -2 metros de profundidad. El método de dragado previsto se plantea con una draga de succión o de cuchara, atendiendo al tipo de material.

En el proyecto Portos aporta los datos obtenidos de Augas de Galicia y que hablan de siete puntos de vertido de aguas en el entorno del muelle pesquero: Dos son de aguas residuales industriales y los cinco restantes de aguas residuales domésticas o de pluviales, así como del aliviadero de la estación depuradora en Samertolaméu.

Técnicos de Portos realizaron un trabajo de campo para recoger muestras de los lodos a retirar. Explican que no encontraron materiales de origen antrópico. Además, fueron identificadas 22 especies de macrofauna bentónica correspondientes a anélidos, moluscos y crustáceos.

La empresa que ejecute las obras de dragado deberá extremar las precauciones ante la presencia de arenales próximos que podrían verse afectados. Los principales -playa da Xunqueira y playa da Canteira do Cocho- tenían en 2016 la calificación sanitaria de excelente y buena respectivamente.

Además, la ensenada de Moaña es considerada una zona marisquera calificada como zona B y estable. También se encuentran en el entorno los polígonos de bateas Cangas D y Cangas C, cuyo cuidado se debe extremar en el próximo dragado.

Parte de las arenas finas y medias que se retiren se emplearán, a petición de la cofradía de pescadores, en una zona del banco marisquero de unos 11.009 metros cuadrados, lo que ayudará a la regeneración de esta zona de escasa rentabilidad. Se emplearán para ello 4.403 metros cúbicos de arenas finas. El material sobrante se verterá al mar en la zona cercana a Sálvora que se usa "históricamente" para recoger los restos procedentes de dragados.