Con una obra pública levantada en una parcela privada, al Concello de Cangas sólo le quedan dos alternativas, "demoler ou negociar", señala el alcalde, que tiene claro que esta última es la más conveniente para ambas partes y por ello lleva "un tempo negociando" con el propietario del terreno. Pazos insiste en que es "incuestionable" la necesidad de legalizar los nichos pero, sobre todo, de habilitar una entrada al cementerio alternativa a la actual, sobre la que se acumulan quejas de ciudadanos con serias dificultades de acceso. "Moitas persoas de idade visitan habitualmente estas instalacións municipais e atópanse con serias dificultades para entrar e saír", abunda el regidor, que tiene proyectado "acondicionar outro acceso a ras de terra" para facilitar el tránsito.

La maleza se ha adueñado de una parte del cementerio de Coiro, la que ocupan alrededor de un centenar de nichos que fueron construidos por el Concello hace más de una década en una finca colindante sin existir un acuerdo con el propietario, que denunció los hechos y al que los tribunales dieron la razón y paralizaron la obra. Las contrapartidas exigidas por el dueño para desbloquear el asunto no fueron atendidas por los sucesivos gobiernos municipales, aunque el tripartito actual negocia ahora la compra de la parcela con la intención no solo de acondicionar un terreno que está "a monte", terminar los nichos y ponerlos a disposición de los ciudadanos, sino, lo que considera tan importante o más, abrir un nuevo acceso sin barreras arquitectónicas a todo el camposanto, al que ahora solo se puede entrar a través de unas escaleras empinadas y peligrosas para personas mayores o con problemas de movilidad.

"Temos interese en desempantanar este asunto", reconoce el alcalde, Xosé Manuel Pazos, quien asegura llevar varios meses negociando una solución con el propietario, que ya le ha puesto precio a la parcela -de unos 300 metros cuadrados-, aunque no ha trascendido la cifra. Algunas fuentes calculan "entre 15.000 e 20.000 euros" el precio que estaría sobre la mesa para finiquitar este asunto, y el regidor no confirma ni desmiente aunque sí aclara que hay una propuesta en firme que están valorando los técnicos municipales para determinar si se ajusta a los valores de mercado.

Su valoración es tarea del arquitecto del Concello, aunque también es preceptivo el informe del secretario municipal y el visto bueno del interventor avalando que hay partida presupuestaria para ello. De superarse esos requisitos, el único trámite que faltaría es formalizar el escrito de compraventa ante notario, por lo que la superficie en conflicto pasaría a ser de titularidad municipal y se podrían ejecutar las obras previstas. Terminaría así un largo desencuentro que se remonta una década y que vivió algunos episodios en los tribunales de justicia.

Propiedad particular

En septiembre de 2010, bajo el gobierno municipal presidido por José Enrique Sotelo (PP), el Concello de Cangas firmó los contratos de cesión de los 279 nichos -por un precio unitario de 1.117 euros- de una parte de la ampliación del cementerio de Coiro, realizada por MovexVial. Según informes que constan en el expediente, durante las excavaciones de la parcela, en 2005, se detectó que parte de ésta pertenecía a un particular, que paralizó las obras por no existir un acuerdo previo y, aunque se retomaron los trabajos, en marzo de 2006 el propietario se personó en la obra impidiendo trabajar y colocando un cartel de propiedad privada.

Reclamaba, según el Concello, una cantidad de dinero, varios nichos, acometida de agua y que la Diputación respetase el acceso a su vivienda en la expropiación del vial de Espíritu Santo. El Ayuntamiento no respondió, el asunto pasó al ámbito judicial y la solución para el cementerio se estancó.