"Se observan puntos de urgencia por levantamiento de calzada y peligro de caída sobre edificaciones fúnebres" en zonas de los cementerios, así como "crecimiento desmesurado en otras zonas hasta alcanzar alturas aproximadas de 40 metros y mal estado interior, por ende riesgo de caída". Es la descripción que hacen los técnicos de los riesgos detectados en los camposantos de Cangas y O Hío y que justifican los trabajos de "tala, recorte o rebaja" de una docena de árboles que acometerá el Concello.

En el cementerio de O Hío se prevé talar dos árboles de unos 23 metros de altura "que se encuentran en zona en la que incurren en peligro por caída de edificaciones funerarias próximas", así como de otro árbol de menores dimensiones que presenta peligro de afectar a los nichos próximos. En el cementerio de Cangas son cuatro los árboles, de aproximadamente 17 metros de altura, que deben ser talados porque sus raíces ya están a flor de tierra, levantan el pavimento y causan la rotura de nichos por sus dimensiones. También se prevé recortar otro ejemplar hasta una altura de 12 metros, según explica la concejala de Obras e Servizos, Mercedes Giráldez, que tiene la intención de encargar los trabajos, "a curto prazo" a una empresa especializada en actuaciones en altura.

Entre los proyectos del gobierno local para reducir el riesgo de daños del arbolado en espacios públicos figuran talas en el entorno de la playa de Menduíña, porque pueden caer sobre las casetas de socorrismo y de servicios, así como en la alameda de O Señal, donde está previsto cortar varios ejemplares en el entorno del parque biosaludable, aunque en estos casos la actuación no es tan inmediata.