El vecino de Meira Francisco Sousa, titulado como entrenador canino, guía canino y formador de guías, proyecta desde hace más de un año la creación de un gran espacio para el entrenamiento de perros de guardia y defensa en Meiro (Bueu), en donde cuenta con unos terrenos de 10.000 metros cuadrados que incluirían la construcción de un hotel para mascotas. Sin embargo, el plato fuerte del proyecto sería el entrenamiento de perros de protección para mujeres con una orden de alejamiento por violencia de género. Se trata de un método de seguridad que se utiliza en otras comunidades autónomas. Sin embargo, en Galicia se le exige una homologación a mayores que la Xunta no tiene en previsión convocar y que mantiene todo el plan bloqueado. Francisco Sousa y la titular de la empresa que ya tiene en marcha, Yolanda Rodal, acudieron a un abogado ante la indefinición legal en Galicia.

"Nosotros trabajamos entrenando, por ejemplo, a perros de empresas de seguridad. Pero para vendérselos a particulares no tenemos el certificado de capacitación que solo pide Galicia", lamentan. Explican que las primeras pruebas prácticas para este permiso se convocaron el 20 de enero de 2011 y no se realizaron hasta el 2012, las segundas se realizaron a finales de 2017 y temen tener que esperar otros cinco años hasta que la Xunta las vuelva a convocar. En estos momentos son poco más de 20 los entrenadores de perros de este tipo que cuentan con el título necesario de la Xunta. "Solo dos de ellos en la provincia de Pontevedra, y casi todos los sacaron hace muchos años".

Aseguran que su intención es tanto adiestrar a los perros como formar a las mujeres que los tendrían de forma gratuita. "Un curso de este tipo fuera de Galicia les costaría unos 3.000 euros", apuntan. Sin embargo, requieren que la Xunta convoque estas homologaciones "porque aquí me dicen que las que tengo, del Ministerio del Interior, no son suficientes". Esperan una implicación de los Concellos de O Morrazo para forzar esta convocatoria.

La empresa para la que trabaja Francisco Sousa, "Meiga Cans", tiene en estos momentos a seis personas y ocho perros en un terreno de Meira. Son tres adiestradores, un psicólogo, un preparador en defensa personal y un director de seguridad. "Si consiguiésemos los permisos para entrenar para particulares también contaríamos con profesionales para perros utilizados en terapias con discapacitados", desvelan.

Lamentan que, mientras se ponen estas trabas administrativas a personas con títulos acreditados por el Ministerio del Interior, "hai gente que se promociona por las redes sociales para entrenar perros, sin contar con los seguros pertinentes. Después, si esas mascotas ocasionan algún daño, sus dueños no tienen a quien reclamar".