La familia que tuvo que ser desalojada en la noche del martes de su vivienda por un incendio en el barrio de Banda do Río pudo regresar ayer a su casa después de que los Bombeiros do Morrazo sofocasen completamente durante la madrugada el fuego que se originó en el inmueble contiguo. El desalojo se adoptó como una medida de precaución debido a la intensa humareda y al riesgo de que el fuego pudiese propagarse a través de los tejados. Ahora la Guardia Civil, con el atestado de los bomberos, deberá esclarecer las causas del suceso. Las hipótesis más plausibles son un cortocircuito o que se originase en una chimenea situada en el piso superior del inmueble.

El inmueble está situado en la Travesía de Banda do Río y es una antigua casa de dos plantas, que actualmente es el domicilio social de una empresa vinculada al sector de la carpintería, parqués y tarimas flotantes, donde además se almacenan productos relacionados con esta actividad. Todo indica que el fuego comenzó en el piso superior y que se extendió al resto del inmueble. La voz de alarma la dieron los vecinos de la zona después de comprobar como salía una intensa humareda negra por las ventanas. Desde el parque de bomberos de O Morrazo se movilizó a dos vehículos y alrededor de las 22.45 horas se solicita al consorcio provincial la movilización de otro camión que se desplaza desde el parque de Ribadumia. Las estimaciones de los bomberos apuntan que en el interior de la casa se llegó a registrar una temperatura ambiente de entre 200 y 300 grados centígrados.

El inmueble es antiguo y toda su estructura interior es de madera. Una parte del piso de madera de la planta superior llegó a colapsar, según las fuentes consultadas. Los propios vecinos de la zona acudieron a avisar al dueño de la empresa, que también reside en el barrio de Banda do Río. "Cuando acudimos con él y abrimos la puerta se generó una especie de efecto de 'tiro' y vino hacia nosotros muchísimo humo negro", explican fuentes presentes en el lugar de los hechos. Posteriormente el propietario intentó acceder con una mascarilla y un extintor, pero vecinos y Policía Local le hicieron desistir ante el peligro de asfixia. Pocos instantes después llegaron los Bombeiros do Morrazo, que se hicieron cargo de las labores de control y extinción del fuego. Una de las primeras medidas que adoptaron fue la retirada del material inflamable que había en la entrada del inmueble, donde había seis garrafas de resina para la madera. La estructura de madera complicó las tareas de extinción porque provocó que el fuego se propagase con más rapidez. Aún así se consiguió que no afectase de manera grave a la cubierta.

La intervención de los bomberos se prolongó hasta pasadas las 1.30 horas del miércoles y se retiraron del lugar al filo de las dos de la madrugada. Los Bombeiros do Morrazo tienen un radio de acción que llega hasta Pontecaldelas y Arcade. "Si en lugar de ser en Bueu el fuego llega a ser en otro sitio cuando llegasemos allí ya no habría quedado nada", explicaban algunos bomberos.