Los vecinos de Domaio organizados en la Asociación O Monte Faro mantuvieron este lunes una reunión con el presidente de Portos de Galicia, José Juan Durán, con el objetivo de desbloquear la construcción de la tercera y última fase del paseo marítimo de la parroquia, tras la denuncia de un "bloqueo político" por parte del Concello y después de que el BNG intentase en vano que el asunto se tratase en el Parlamento gallego.

Desde el colectivo vecinal explican que el dirigente de Portos aseguró no estar bloqueando intencionadamente la firma del convenio de esta obra y que solo le pide al Concello una modificación en los planos para que recoja un área de uso exclusivo de peatones que conecte el cruce entre la PO-551 y la bajada al muelle, con el final del futuro tramo de paseo, para garantizar la seguridad de los peatones.

Directivos de O Monte Faro trasladaron esta petición concreta de Portos al Concello, que realizará esta modificación para remitírsela a la Xunta. Los vecinos esperan que se haga rápido y que el cambio pequeño en el proyecto permita la firma del convenio.

Aunque los terrenos son de Portos de Galicia, es la propia administración local la que tomó la iniciativa de finalizar el paseo de Domaio, tras años de peticiones al departamento de la Xunta sin éxito. Desde O Monte Faro recuerdan que los primeros compromisos se remontan al año 2010, sin que nunca llegasen a convertirse en una realidad. El gobierno local bipartito acordó por lo tanto destinar a esta obra 100.000 euros del Plan Concellos de la Diputación.

Este asunto saltó a la luz a mediados de diciembre, cuando los representantes del bipartito denunciaron que, tras meses de gestiones, Portos no firmaba el convenio que este mismo organismo había remitido a la administración local el 19 de octubre del pasado año. El 5 de noviembre la Diputación aprobó la inversión, que debe licitar y ejecutar el Concello. Pero un mes después desde Portos aseguraron que "non procedía" de momento la firma de dicho convenio. Por lo que la aportación económica se veía seriamente comprometida de no lograr el permiso autonómico para poder actuar sobre el terreno.

Desde el organismo de la Xunta argumentaron en su día dos cuestiones que el gobierno local entendía como "excusas para un bloqueo político". Por un lado, Portos alegó que estaba pendiente la clarificación de la delimitación competencial con la Autoridad Portuaria de Vigo; y por otro, que estaba pendiente la solución técnica de entronque del final del paseo peatonal con la zona de tráfico rodado de Portos.

Paralelamente a las gestiones de los vecinos, el Concello solicitó la pasada semana una reunión directamente con la conselleira do Mar, Rosa Quintana, para buscar con ella una solución.

La obra proyectada consiste en completar la senda peatonal y ciclista con la tercera fase del paseo marítimo. Serían unos 200 metros lineales entre el club de jubilados y el muelle. El proyecto incluye una zona de aparcamiento con 50 plazas. Si se convierte en una realidad pondrían fin a la humanización del antiguo relleno acometido con escombro extraído de la construcción de la autopista AP-9. Las dos primeras fases las había ejecutado la Autoridade Portuaria de Vigo, al ser terrenos de su competencia.