Las obras de construcción del último tramo de la Autovía do Morrazo, entre Meira y el enlace de Cangas en Ameixoada, continúan avanzando a buen ritmo y los carriles de ampliación van tomando cuerpo, ya cubiertos con una emulsión asfáltica, sobre la que después se extenderá una capa de suelo cemento y la de aglomerado. Mientras tanto se sigue trabajando en la estabilización del talud del enlacae del corredor en Cangas, ya fuera del tramo de construcción de la autovía y se ha reforzado la seguridad en el carril provisional para acceder a Cangas, en donde se han colocado balizas en el eje para marcar la separación de los carriles, ya que tal y como estaban resultaban peligrosos, teniedo en cuenta también el volumen de tráfico que circula por este tramo, sobre unos 10.000 vehículos al día.

La intención es que el talud pueda estar estabilizado para antes del mes de mayo para que no influya en la apertura del tercero y último tramo de la autovía. Por el momento, la Consellería de Infraestructuras sigue manteniendo la fecha de mayo para abrir este tramo, en donde los trabajos avanzan con normalidad, incluso a mejor ritmo de lo esperado como en el caso del enlace de Meira.La Consellería de Infraestructuras baraja la posibilidad de que esta misma semana pueda reabrir este enlace que permitirá a los conductores poder realizar el cambio de sentido sin necesidad de recorrer todo el tramo de autovía hasta Domaio o a la inversa hasta el enlace de Cangas.

La obra que va a un ritmo más lento es la de la ampliación del enlace con la PO-313 que está generando más problemas para abrir.

Por lo que respecta al viaducto da Fraga, falta la impermeabilización, rematar las aceras en donde van los petriles y extender la capa de aglomerado. En este viaducto también se prevé la colocación de alguna red de seguirdad para evitar la caída de personas.