Fernando García Cendón continuará cuatro años más al frente de la Asociación de Viticultores San Martín de Bueu después de que las elecciones para regir los destinos del colectivo se saldasen sin ninguna candidatura interesada. De este modo, la directiva que ya estaba al frente de los viticultores buenenses ha optado por renovar su mandato, si bien con algunos cambios en su estructura. García Cendón seguirá como presidente, con un equipo de trabajo en el que también continúan Francisco González como vicepresidente, Manuel Estévez como tesorero y Francisco Paredes como secretario. Las variaciones se producen entre los vocales, en donde hay que registrar dos bajas y cuatro altas, dejando el número final de vocales en seis y el de directivos en diez.

"Non había ninguén interesado así que seguiremos nós", apunta Fernando García, que ya lleva en el cargo 14 años, pero que mantiene la ilusión intacta, especialmente después de haber conseguido recuperar la Festa do Tinta Femia, un referente no solo para los viticultores buenense, sino también para toda la parroquia de Cela y para el municipio en general.

Tras renovar el cargo llegará el momento de ponerse manos a la obra con la organización de la decimosexta edición del certamen, cuarto desde que se recuperó la fiesta. Será a partir de marzo cuando comience a esbozarse. Fernando García avanza que la intención es la de conservar la estructura de estos años, y en especial una de las apuestas que mejor resultado ha dado, que es la de que las botellas de cada cosechero no estén identificadas de modo nominal, sino por un número, a fin de que la identidad del productor se mantenga en secreto. "A xente da parroquia o agradece porque así un pode tomar o viño que queira sen ningún tipo de compromiso", afirma.

Eso sí, lo que se va a plantear en la próxima reunión de la directiva es la posibilidad de limitar el número de cosecheros a un máximo de diez. Cada uno de ellos aportaría 150 botellas para alcanzar la cifra de 1.500, que es la que se ha puesto a la venta en estos últimos años. Por el momento es tan solo una propuesta que deberá ser estudiada y aprobada.

Por otra parte, el presidente de los viticultores buenenses anunció que el Celler de Can Roca cuenta en su bodega con botellas de tinta femia. Fue a través de una periodista uruguaya que entrevistó a uno de los hermanos que gestiona el conocido restaurante catalán y acabó vendiéndole 36 botellas del preciado líquido. "Contoulle a historia do tinta femia e quixo mercalo sen sequera probalo", dice García.