El Concello de Moaña retomó esta semana los trabajos de restauración del cruceiro barroco de San Martiño. El concejal de Cultura e Patrimonio, Carlos Juncal, explica que el objetivo es ejecutar en su totalidad la compleja reparación que se inició en 2018 siguiendo las indicaciones de la autorización de la Subdirección Xeral de Conservación e Restauración de Bens Culturais, al tratarse de una obra protegida. En esta nueva fase los operarios del departamento de Obras se centrarán en la base-pedestal y en la plataforma de piedra, así como en la valla metálica perimetral que protege el bien.

En concreto, se está eliminando el mortero de cemento de la base y se ejecuta una reintegración volumétrica de la misma con un chapeado de piedra de un tono aproximado al original de la pieza.

En lo que corresponde a la restauración de la valla, se realizará una inhibición y encapsulado de los elementos metálicos mediante plomo fundido o resina. También se retirarán todos los elementos metálicos que se encuentran incrustados en la piedra.

Se trata de la última fase de una restauración que arrancó en marzo de 2018 con la retirada de la cruz para su limpieza en una nave. El capitel, que era la parte más dañada, con grietas que ponían en peligro el futuro del cruceiro, se reparó in situ junto al fuste, pues los intentos de desmontaje hacían temer por daños mayores.

En junio de 2018 se volvió a instalar la cruz. En el capitel realizaron un cosido con ayuda de varillas de carbono y resina adecuadas para este tipo de elementos patrimoniales.