Las lonjas de O Morrazo superaron en el año 2018 la barrera de los 10 millones de euros de facturación. Las ventas conjuntas de los cuatro pósitos fueron de 10.627.177 euros, lo que significa un fuerte aumento -más de 740.000 euros- con respecto al ejercicio anterior. Esta tendencia alcista se sustenta en el buen año que tuvieron las lonjas de Cangas y Bueu, que se movieron en el entorno de los 4 millones de euros. Por contra, en Moaña y Aldán-O Hío se registraron ligeros descensos en la facturación global del año. Este volumen sitúa al año 2018 como uno de los mejores para el sector, solo mejorado por los resultados de 2016, cuando se superaron los 11 millones de euros.

Las mejores cifras del año pasado se registraron en Cangas, la única lonja de la comarca que superó la barrera de los 4 millones de euros: 4.176.267 euros. Esto implica un aumento de casi medio millón de euros con respecto a 2017, que se cerró con 3,7 millones. Las especies que reportaron más ingresos fueron el pulpo y la navaja, con 934.600 euros y 915.500 euros respectivamente. A continuación se sitúa el percebe, que con menos de 95 días de trabajo supuso unas capturas de 12.785 kilos y más de 643.000 euros. Esta especie marcó máximos históricos en plena campaña navideña, alcanzando una cotización de 230 euros el kilo. También es destacable el peso del erizo de mar, del que se subastaron 43.311 kilos y que significaron más de 420.000 euros. Las ventas conjuntas de la almeja supusieron unas ventas de casi 475.000 euros, con la almeja rubia a la cabeza (casi 30.000 kilos y más de 290.000 euros).

La otra lonja que experimentó un alza en sus cifras es la de Bueu. No llegó a los 4 millones de euros, pero casi. La facturación de 3.982.777 euros es la segunda mejor de la última década, tan solo superada por los más de 4,5 millones del ejercicio 2016. El puerto bueués es muy sensible al comportamiento del pulpo, que no empezó a mostrar signos de recuperación hasta el último trimestre del año. Las capturas del cefalópodo rozaron los 170.000 kilos, con un volumen de negocio de 1,74 millones de euros. Tras el pulpo aparece el erizo, con 415.419 euros y más de 44.000 kilos de capturas; el percebe, con los 381.930 euros y 10.329 kilos y la navaja, con 29.248 kilos y unos ingresos de 304.128 euros. Tanto la navaja como el erizo se extraen dentro de un plan conjunto que agrupa a más cofradías de la ría de Pontevedra.

En el otro lado de la balanza están los resultados de Moaña y Aldán. La primera registró un significativo descenso en el volumen de negocio, que cayó de los 2.044.837 euros del año 2017 a casi 1,8 millones en el ejercicio pasado. Estas cifras constatan un mal comportamiento de especies como el berberecho y algunas variantes de la almeja. El berberecho pasa de de 59.000 kilos en 2017 a apenas 22.000 en 2018, lo que significa que la facturación cae de 544.800 euros a apenas 200.000 euros. Una pérdida de más del 50%. La almeja babosa pasa de 12.157 kilos y más de 205.000 euros a menos de 7.300 kilos y 113.300. La fina también cae, aunque en menor proporción. Las que suben son la rubia, de 21.778 kilos y 196.500 euros a casi 37.000 kilos y cerca de 340.000 kilos, y la japónica. Esta última sube en volumen de ventas -de 821.900 euros a 837.300 euros-, pero cae en el número de kilos capturados. Esta misma semana las cofradías de la ría de Vigo alertaban de que las descargas de japónica han caído hasta un 40% desde el mes de octubre, algo que se atribuye a la elevada mortandad, en especial en la ensenada de San Simón. Por ello reclaman ayudas para la compra de simiente de esta especie de almeja.

El pósito de Aldán-O Hío también registra un ligero descenso en sus cifras de 2018, con 87.205 kilos y algo más de 670.000 euros de facturación frente a los más de 100.000 kilos y 720.000 euros del anterior ejercicio. Esta situación se relaciona tanto con el pulpo como con el descenso de la almeja rubia, un bajón de casi el 50% en relación a 2017. Este marisco pasó de unas cifras globales de 15.500 kilos y más de 123.000 euros a 6.500 kilos y apenas 56.200 euros.

La Cofradía de Aldán acudirá el próximo 25 de febrero a una reunión en Madrid con la titular de la Secretaría General de Pesca, Alicia Villauriz, para tratar el problema generado con la denegación de las subvenciones para los planes de vigilancia y asistencia técnica. A esta cita acudirán también los pósitos de Rianxo, Ferrol, Barallobre, Carril y Vilaxoán, que se encuentran en la misma situación que el de Aldán. La Consellería do Mar les denegó estas ayudas -que proceden del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP)- por incumplir uno de los requisitos que marca la Unión Europea: en el año anterior fueron sancionadas por comercializar algún lote de marisco con talla inferior a la permitida. Desde Aldán reconocieron su error por vender un lote de20 kilos de almeja que le había llegado de fuera y a deshora. "Pagamos unha multa de 250 euros. Resulta totamente desproporcionado que por iso perdamos unha axuda de máis de 30.000 euros", apunta el patrón mayor, Juan Manuel Gregorio.

Esa subvención sirve para contratar a un vigilante, un administrativo y un asistente técnico o biólogo. "Tivemos que despedir ao vixiante e coas outras dúas persoas acordamos unha reducción de xornada", explican. La ayuda denegada se refiere al periodo comprendido entre julio de 2018 y julio de 2019. La sanción fue en marzo de 2018, con lo que en teoría la cofradía de Aldán-O Hío podría optar a la próxima convocatoria.

No obstante, el pósito ha interpuesto un recurso de alzada contra la decisión de la Consellería do Mar de denegar la ayuda. "Esperamos a súa resposta e en función diso valoraremos se seguimos recurrindo", manifiesta Juan Manuel Gregorio.