Los conductores que tomaron el Corredor do Morrazo en el enlace de Rande o en algún punto del municipio moañés ayer, en dirección a Cangas, ya pudieron descender hasta el casco urbano cangués por su primera entrada, sin necesidad de completar el rodeo de 4 kilómetros desde el Alto da Portela al que se veían obligados desde la madrugada del jueves por el cierre de la salida habitual debido al desprendimiento de parte del talud.

Desde primera hora de la mañana de este miércoles, tal y como se había comprometido la Xunta, quedó abierta al tráfico la salida, alternativa y temporal, del Corredor hacia Cangas. Durante toda la noche anterior personal de Conservación de Estradas trabajó para pintar el ramal de enlace desde la rotonda de San Martiño con el objetivo de habilitar la circulación en doble sentido. Por la mañana el tráfico que circulaba hacia Cangas ya era desviado por este ramal. Quedó señalizado con indicaciones de obra y doble línea continua amarilla separando ambos sentidos de la circulación. Desde el corredor, se desvía por el ramal el tráfico con la ayuda de barreras rojas y blancas de tipo New Jersey. Las señales verticales habituales están tapadas para no despistar a los conductores.

A lo largo de la primera jornada con esta solución el tráfico fue estable y no se registraron ni retenciones de entidad en las horas punta ni incidentes en la carretera.

Eso sí, la solución adoptada temporalmente obliga a cortar todo el corredor en el viaducto de Ameixoada. Aquellos conductores que toman el corredor desde Aldán o desde Bueu en dirección a Vigo a salir obligatoriamente por la propia rotonda de San Martiño para volver a incorporarse por el ramal repintado a la carretera principal. La razón de este pequeño desvío está en evitar colisiones frontales con los coches que vienen en sentido contrario y que deben salir por la margen izquierda de la calzada. Es la misma solución que se aplicó en los desprendimientos de 2014. El vial de salida temporal estará operativo hasta que los técnicos analicen correctamente los problemas del talud de la salida de Cangas habitual, que se desplomó parcialmente debido al temporal la madrugada del pasado jueves. No hay fecha para su estabilización y la reapertura en condiciones de seguridad, según apuntan desde la Consellería de Infraestruturas y ayer los técnicos seguían trabajando en la zona. Esta salida alternativa será utilizada por una media de 10.000 vehículos diarios, que son los que se estiman que circulan diariamente por el Corredor con origen y destino en el casco urbano de Cangas.

Cortes

Mientras se trabaja en restablecer la normalidad en la salida de Cangas estabilizando y asegurando el talud, las obras en el tercer y último subtramo de la autovía continúan. De hecho, se deberían encontrar a unos cuatro meses de su finalización total.

Los moañeses soportan desde hace tiempo los cortes de la circulación en la PO-313 a la altura de la rotonda de Broullón y del paso superior de cambio de sentido en la salida de Meira. Ambas obras tienen todavía mucho trabajo por delante. Desde el Concello moañés exigieron ayer nuevamente la reapertura lo antes posible ante los inconvenientes a los vecinos.