Vecina de Couso, en la parroquia de Meira, en Moaña, Elena Lemos Collazo recorre prácticamente a diario, y de madrugada, el Corredor do Morrazo para llegar a su puesto de trabajo, como conductora de autobús, en la estación de Cangas en donde recoge a las personas que trabajan en una empresa de automoción en Vigo. El mismo recorrido lo hizo en la madrugada del jueves, a las 04:15 horas, y nada más entrar en el enlace de salida a Cangas, se encontró frente a frente con el desprendimiento de piedras y tierra del talud que cortó la calzada. "Las piedras estaban cayendo", recuerda esta mujer que afortunadamente salió ilesa, aunque con algunas lesiones debido al impacto. Dos días después de lo sucedido y tras analizar lo ocurrido, asegura: "Me salvé de milagro".

Elena Lemos iba conduciendo sola, como siempre suele hacer, y fiel a su carácter de no tener miedo a nada, se tomó con bastante serenidad la situación cuando se vio empotrada en la masa de pìedras y tierra. Lo primero que quiso hacer fue salvar el coche, un Citroën Cactus rojo, e intentó mover algunas piedras para sacarlo del derrumbe, pero no pudo con el peso.

Asegura que entonces se dispuso a llamar a su marido, en casa, pero en este tramo del corredor hay muy mala cobertura telefónica, por lo que tuvo que ir caminando de abajo hacia arriba, en sentido hacia el tronco principal del corredor y en sentido hacia la rotonda de Ameixoada en busca de esa señal que finamente encontró recorriendo a pie el enlace hacia la rotonda. Llamó a su marido y a la Policía local de Cangas.

Esta profesional del volante quiere llamar la atención sobre el mal estado del corredor después de haber sufrido la falta de cobertura telefónica. Dice que además de esto, la carretera carece de iluminación, está muy mal señalizada y el pavimento, a causa de las obras de conversión en autovía, está en unas condiciones peligrosas. Además asegura que con motivo de los cortes a consecuencia de estos trabajos, ella no puede acudir a su casa directamente desde el corredor y tiene que dar un rodeo, porque se ha anulado el enlace de Meira sin haber abierto antes el de Broullón, que sigue cerrado. Añadea que en el barrio de Couso, en Meira, en donde vive, los vecinos son los que más sufren estos cortes en el corredor ya que todo el tráfico se desvía por esta zona.

Después de ver lo que le ocurrió solo puede exclamar "¡Díos mío!", pero pide que se mejore el corredor, su iluminación, su cobertura, su señalización para que no haya accidentes.