Las mayores incidencias de la borrasca Helena se registraron ayer, al margen del desprendimiento en el enlace del corredor a Cangas, en el municipio de Moaña. La Policía Local atendió la caída de un pequeño muro de piedras en el barrio de A Marrúa y, por la tarde, tuvo que señalizar un vial en la parroquia de Tirán, por hundimiento. Se trata del Camiño Vello, en donde la empresa Aqualia había abierto el asfalto para reparar un avería en la red, que cubrió con zahorra y que la lluvia arrastró ayer abriendo un boquete en el vial. La zona ha quedado señalizada con una valla para evitar problemas de circulación.

En la parroquia de Domaio, la patrulla tuvo que vallar un sumidero en un vial junto a la iglesia parroquial, debido a una inundación al quedar atascado y bombear el agua hacia la superfice. También en la curva de A Cerradiña se acumuló gran cantidad de agua en la calzada que afectó a la circulación.

Las malas condiciones en el mar y la predicción de que empeoren hoy, llevó a una docena de bateeiros que amarran en el muelle de Domaio a trasladar sus barcos al puerto de San Adrián, en Vilaboa. Los mejilloneros llevan pidiendo una mejora del dique de abrigo y desde Portos se les había anunciado que iban a retomar el proyecto "pero ha pasado un año desde entonces y no se sabe nada". El mar bate en esta zona con mucha fuerza y no es la primera vez que algún barco bateeiro queda a la deriva.

La Xunta ha anulado las actividades deportivas escolares para la jornada de hoy. Las pistas de tenis de San Roque, en Cangas, no se podían utilizar ayer por el agua.