El concejal de XM, Javier Carro, inició este viernes por la noche una "guerra" con la empresa concesionaria de la piscina de Moaña asegurando que no le permite realizar su trabajo "como concejal electo al querer supervisar y ver el estado actual de las instalaciones municipales sin impedimentos". El conflicto surgió cuando el viernes, a las 20.30 horas, Carro se presentó en la piscina exigiendo que le dejasen revisar las instalaciones aludiendo a su condición de edil. La responsable de la gestión explicó que la concesión es privada y que había usuarios, pidiéndole de quedar otro día con aviso previo. "Me negué a ello basándome en mis derechos de ver las instalaciones públicas cuando yo decida", argumenta.

Carro dio un tiempo de cinco minutos "para que la gerente se pusiese en contacto con un superior y me diesen la autorización, pero me comunicaron que solo me darían entrada con una orden judicial". El edil llamó después a la Policía Local pidiéndole a los agentes que levantasen acta de lo ocurrido y reiterasen sus derechos como edil.

Contrariado, el concejal amenaza con utilizar el atestado policial para presentar una denuncia ante la Justicia y valora presentar una moción al pleno pidiendo al gobierno bipartito que abra un expediente a la concesionaria por lo ocurrido. "¿Cómo es posible que se pueda prohibir la entrada a un concejal a ver las instalaciones de un bien público municipal?" se pregunta el edil en la nota emitida contra la piscina. Asegura que tiene "todo el derecho de visitarla para ver su estado actual o si tiene deficiencias. Lucharé por mis derechos hasta el final, incluso en los tribunales si es necesario", amenaza. Añade que los concejales están para "velar porque todas las concesionarias municipales cumplan las normas".

Aviso

Desde la gerencia de la piscina mantienen que ellos no "ocultan nada en las instalaciones" y que las tienen abiertas a visitas de usuarios y autoridades en todo momento, pero con un aviso previo, porque hay usuarios y trabajadores a los que tenemos que defender".

El enfrentamiento entre el concejal de XM y la piscina se remonta a 2017, cuando Javier Carro no logró ofrecer en las instalaciones moañesas los cursos de terapia en el agua para personas con movilidad reducida que había programado.

Desde entonces, Carro se dirigió en varias ocasiones al gobierno bipartito asegurando que la piscina moañesa presenta "múltiples deficiencias". En febrero de 2017, por ejemplo, pidió que el Concello exigiese a la concesionaria la resolución de estas deficiencias y lamentó la última subida de tasas "que se tomó reuniéndose con una asociación de usuarios que no existía".