La práctica de maltrato animal que consiste en inmovilizar a los caballos de monte atando sus patas delanteras con cadenas o con trancas se convirtió en un problema policial en Moaña. Si a comienzos de año liberaron a un equino en el monte de Meira, en solo una semana volvieron a localizar a otros cuatro caballos. Uno de ellos fue el del día 4, que volvía a tener las patas atadas. Una yegua con su potro fueron otros de los caballos que la Policía Local tuvo que localizar tras recibir denuncias de lo que ocurría, en el monte de Meira cerca del linde con la parroquia de Domaio. Los agentes trataron de liberarlos pero escaparon al creer que les harían daño.

Poco después denunciaron otro caballo con las patas atadas cerca de la explotación de cabras que gestionan los comuneros de Meira. Este mismo martes recibieron una nueva denuncia. El caballo era el liberado en la primera ocasión, que volvía a estar atado.

Los agentes abrieron diligencias por delitos de maltrato animal. Ante la dificultad para determinar la identidad de los dueños de los caballos, realizaron averiguaciones ante los responsables de asociaciones caballares. Todos los datos recabados se trasladaron a la Guardia Civil.

Desde el cuerpo municipal aseguran tener firmes sospechas de la identidad de los propietarios de los caballos, aunque reconocen la dificultad para demostrarlo. Esperan que se puedan determinar responsabilidades en breve.

Entienden que los dueños de los caballos que incurren en esta práctica de maltrato animal lo hacen por miedo a que éstos entren en el Corredor do Morrazo y ocasionen accidentes, lo que podría resultar en un proceso judicial muy grave para los dueños.

De hecho, el acceso de caballos al Corredor sobre todo a través del enlace de Meira es un problema que se repite cada poco tiempo. En octubre, por ejemplo, la Policía Local tuvo que retirar un ejemplar de la calzada.

Como solución se habían instalado pasos canadienses en el entorno de los accesos al Corredor, que impiden la entrada de caballos. Sin embargo, en el ubicado en la rotonda de Meira las rejas no llegan hasta los dos márgenes, quedando espacio suficiente para que se cuelen los caballos. La asociación animalista "Libera" denuncia de forma constante desde hace años esta práctica con caballos en los montes de Meira y Domaio.