Algunos están convencidos de que el constante cambio de abogados y procuradores por parte del clan de los Morones, tanto en la causa abierta por la reyerta en el mercadillo de Cangas en octubre de 2016 como en la denominada "Operación Vida", que fue la que metió en prisión a su líder, Sinaí Giménez y a sus hermanos, Saúl, Juan Paulo y Marino, es una estrategia para dilatar en el tiempo los juicios. Otros, como algún abogado mediático que contrataron, que la provisión de fondos que se pide y a la que se da el visto bueno, después nunca se hace efectiva.

En el auto del Juzgado de lo Penal 2 de Pontevedra, de fecha de 28 de diciembre, se indica que "transcurrido en exceso el plazo concedido a Consuelo Giménez Jiménez, Sinaí Giménez Jiménez y María Amelia Camacho Monteiro (esposa de Sinaí) para la designación de nuevos letrados, sin que lo hubieran verificado, procédase a remitir oficios al Colegio de Abogados correspondiente, interesando la designación de profesionales del turno de oficio". Curiosamente, ayer el citado juzgado dictó otro auto por el que se comunica que se tiene por designado al abogado Gustavo Eduardo Marandini para que defienda a la acusada María Amelia Camacho Montero en la causa de la reyerta.

Como primer abogado de Sinaí Giménez en la reyerta del mercadillo de Cangas apareció Mario Sánchez Trigo, de Ferrol. Pero cuando fue investigado y detenido en la "Operación Vida" apareció el letrado compostelano Gutiérrez Aranguren, que había cogido notoriedad mediática por la defensa de Rosario Porto, condenada por matar a su hija Asunta. Tras un tiempo sin noticias apareció en escena el que fuera abogado del narcotraficante, Sito Miñanco, Gonzalo Boyé, que renunció antes de los apoderamientos. El último que entró en escena para defender a Sinaí Giménez en esta causa de la reyerta fue Emilio Bachirrellií, que bien renunció o fue despedido.

En la causa de la "Operación Vida", los patriarcas del clan, Olegario Giménez y Flora Jiménez, mantienen el mismo abogado desde el principio, Ramón Montenegro. Juan Paulo Giménez tuvo como primer abogado al televisivo Marcos García Montes que también representó a Saúl y a Marino Giménez, a los que después defendió otro letrado mediático, Cándido Conde Pumpido. Pero Juan Paulo Giménez tuvo antes a Beatriz Seijo, esposa del juez Vázquez Taín, como abogada, a la que dejó por el despacho de abogados que dirige Adolfo Pego Oliver y Toliber, que fue en su momento magistrado del Tribunal Supremo., que nunca llegó a actuar. La confusión es tal que hay procuradores que presentaban un escrito, que eran rechazados, porque se les había quitado los poderes sin saberlo.