Ecológica, artesanal, didáctica, unisex y asequible. La cosmética que se hace en el instituto Terra de Turonio de Gondomar lo tiene todo y además se vende por una buena causa. Los alumnos de 4º de ESO han fabricado jabones, crema reparadora y bálsamo labial y la pondrán en el mercado este fin de semana. Una iniciativa que surgió inicialmente con el objetivo de recaudar fondos para el ya tradicional crucero por el Mediterráneo con el que se despiden de su etapa en Secundaria y que se ha convertido en proyecto educativo transversal para adquirir conocimientos de varias materias.

Se trata de una línea de productos bajo la marca "Natural Turonio", que dice bastante de su esencia. Apenas hay sitio para la química en la composición de los artículos, que se distribuyen en 150 packs cuidadosamente embalados. Cada caja cuesta 10 euros y contiene un frasco de crema regeneradora de propóleo y aloe vera, un bote de bálsamo labial de chocolate, una pastilla de "jabón de la abuela" de canela y naranja y varios jabones de glicerina coloreados. Todo elaborado en las clases de la asignatura de Ciencias aplicadas á actividade profesional, optativa, del departamento de Física e Química.

"Lo hicimos por practicar estándares de aprendizaje del trimestre en el laboratorio como manipular el material, pesarlo o medir temperaturas. Creímos que sería muy motivador para los alumnos por conseguir dinero para el crucero y ha resultado. Se han implicado muchísimo", explica Beatriz González, profesora de la materia junto con Silvia Pascual. Algunos materiales fueron adquiridos a bajo coste y otros, como el aloe vera, recogido por los chicos en sus propios jardines. Los envases son de cristal y lata "porque queríamos que todo fuese ecológico, sin plásticos".

El resultado podrá comprobarse con el uso, pero el éxito comercial de los productos está garantizado. La mercancía está prácticamente vendida. "Producimos poco porque nuestra intención no es hacer una fábrica, sino trabajar conceptos. Cada uno se lleva tres paquetes para vender y los tienen comprometidos", señala la docente. Así que no se descarta una segunda "hornada", aunque tendrá que esperar. "Si es un éxito, el año que viene haremos más pero ahora tenemos que trabajar otras cosas", apunta.

El proyecto es científico, pero también económico. Supone una fuente de ingresos y qué mejor que eso para trabajar en la asignatura de Iniciativas empresariais del departamento de Formación e Orientación Laboral del centro. En esa materia, los jóvenes emprendedores diseñaron el logotipo, calcularon los gastos y beneficios, como en una sociedad real.

Hay un tercer departamento del instituto en escena, que es el principal artífice del proyecto, el de Xeografía e Historia. Nuria Alonso es una de sus profesoras y es la organizadora, curso tras curso desde hace doce años, del crucero para el que los estudiantes trabajan todo el curso con gran esfuerzo y en el que colaboran docentes como Lino Pellitero y una comisión de padres, que se encargan de dirigir la recaudación de fondos.

Cada chico debe conseguir 800 euros para participar en la travesía que los llevará, en fechas próximas a Semana Santa, por la Italia monumental y varios puntos de Francia. "Ninguén queda en terra se non acada o obxectivo. Os rapaces son moi solidarios e axúdanse uns a outros sempre", comentan los profesores. Los jóvenes venden quesos, miel, mermelada artesanal, rosquillas, croissants y hasta chorizos. Cada viernes, el bajo del centro se convierte en una lonja en la que cada uno recoge su mercancía para la venta. Los cosméticos añadidos este año a la oferta aportarán mucho menos dinero que los dulces y embutidos, pero la experiencia es lo que cuenta en este caso.