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El comedor social de Cangas corre el riesgo de desaparecer tras subastarse su sede

La Asociación Santiago Apóstol alquiló el bajo por un euro al año, pero el dueño quebró y muchas de sus fincas fueron embargadas y quedaron en manos de Banco Santander

Ángela Rodas (derecha) en el comedor social con paquetes de regalos para repartir. // Santos Álvarez

El comedor social de Cangas corre peligro. Su sede, que se lahabía alquilado un constructor de la citada villa por un euro al año allá por el 2009, fue embargada junto con otras muchas propiedades del empresario por el Banco Santander. La noticia fue confirmada ayer por la presidenta de la Asociación Santiago Apóstol, Ángela Rodas, que mencionó que la subasta de la propiedad embargada estaba previsto que se llevase a cabo el pasado día 12 de diciembre en el Juzgado Número 2 de Vigo, pero que por alguna razón se llevó a cabo en un juzgado de Madrid. Ángela Rodas afirma que la situación es muy preocupante y que desde la asociación que preside se está a la espera de noticias. "Estamos con el corazón en vilo, porque no sabemos lo que ocurrirá", manifiesta Ángela Rodas, que recuerda que la deuda por el bajo que ocupa la sede del comedor social era bastante elevada. Asegura Ángela Rodas que trasladó su preocupación al alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos (ACE) y también al concejal de Urbanismo, Mariano Abalo (ACE), así como a otros ediles municipales, que no asistieron el domingo a la gala benéfica que se celebraba en el Auditorio Municipal de Cangas para recaudar fondos para el comedor social. Afirma que también ellos están esperando conocer el resultado de la subasta para después ver como se puede actuar.

Por su parte, el PSOE, partido que consiguió en el año 2009 el alquiler del citado bajo por un euro al año, manifestó ayer, a través de su secretario de Organización, Eugenio González, que no se va quedar quieto, que no dudaría en ir a pasar la Nochebuena al Comedor Social para reivindicar una solución a un problema que cada día que pasa es más real.

Ángela Rodas manifiesta que el comedor social se llegó a dar de comer en las épocas malas de la crisis a un centenar de personas, pero que ahora la cifra habitual se sitúa en torno al medio centenar. Pero la Asociación de la Caridad Santiago Apóstol no solo se encarga del comedor, también se ocupa de repartir comida entre los más necesitados, que almacena en la sede, igual que la ropa que también distribuye entre la población que la solicita.

El domingo pasado, esta Asociación de la caridad celebró su tradicional gala para recaudar fondos para el comedor social. No había políticos por el medio y a la directiva le llamó la atención también la ausencia del concejal de Servicio Sociales, Tomás Hermelo (ASpUN). La entrada fue muy pobre y el acto escasamente publicitado.

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