Pegatinas del concello, un almanaque sobre la igualdad realizada por alumnos de los centros escolares del municipio y varias páginas de la edición de O Morrazo de FARO DE VIGO, así como del Diario de Pontevedra y de Sermos Galiza. Ese fue el contenido de la cápsula del tiempo que ayer se enterró en Bueu como parte del acto simbólico de colocación de la primera piedra de la piscina municipal en un día "importante para a veciñanza que suporá un antes e un despois", tal y como aseguró la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva. Silva estuvo acompañada por el alcalde buenense, Félix Juncal, así como por el grueso de concejales del grupo de gobierno de Bueu, y de representantes de la empresa Gómez Crespo, responsable de la construcción de esta infraestructura.

La cápsula del tiempo quedó enterrada provisionalmente porque será trasladada a su ubicación definitiva una vez avancen unos trabajos que, según manifestó el diputado provincial Xosé Leal, "van vento en popa". Octubre de 2019 es el plazo inicialmente fijado para que rematen unos trabajos que actualmente están centrados en las cimentaciones tras haber dejado atrás todas las excavaciones previas. El representante de la firma Gómez Crespo, Manuel Feijoo, explicó que las obras comprenden unos 1.400 metros cuadrados construidos y que actualmente se está obrando en el semisótano de un edificio que tendá tres niveles. En este irá el fondo del vaso de una piscina de 25 metros de largo y 15 de ancho, además de las instalaciones complementarias de depuración y climatización. En otra área estarán situados el gimnasio con las zonas reservadas a la práctica del fitness, aeróbic, etcétera.

La planta baja, donde se sitúa el acceso a la infraestructura, tendrá los espacios reservados a administración así como tres vestuarios. Y la planta alta constará de una cafetería con una balconada sobre la piscina. Todo el edificio irá envuelto en acero inoxidable. Previamente ya se había proyectado una recreación en 3Dde unas instalaciones que, además de la propia piscina ofertan más de 700 metros cuadrados de salas deportivas, zona de vending y guardería y los vestuarios con sauna.

Juncal manifestó que la obra "é o resultado dos soños colectivos e individuais de moitas persoas" y la calificó como una de las más importantes en la historia de Bueu, destacando asimismo que la aportación municipal es de únicamente 40.000 euros y el resto corresponde a ayudas provinciales. La Diputación aporta 1,5 millones a través del Plan de Reequilibrio y otros 1,25 mediante el Plan Concellos.

Silva ahondó en la idea esbozada por el regidor buenense y manifestó que la política no se basa únicamente en la gestión, "senón tamén en garantir dereitos e cumprir soños". Recordó en este sentido que la necesidad de la piscina era una vieja reivindicación de Bueu. Juncal ya había apuntado antes que el proyecto se había barajado ya en 2009 con el bipartito en la Xunta de Galicia, pero que se truncó tras las elecciones.