Con permiso de Juan Antonio Muñoz Codina y Yann Martin, que pusieron los mimbres para los lanzamientos y la transformación de la planta, Frédéric Puech puede presumir en su currículo de ver nacer dos de los proyectos industriales más ambiciosos de la historia de PSA: el K9, tres furgonetas de Citroën, Peugeot y Opel a las que ahora se incorporará una cuarta silueta de Toyota, y el todocamino V20. Y a la vez, ha sido el director que más ha visto crecer a la factoría y al conjunto del sector en innovación y desarrollo, con el coche autónomo y la Industria 4.0 como estandartes.

El todavía director de PSA-Vigo y del Polo Ibérico se pondrá a partir de enero al frente del clúster que agrupará las plantas de SevelNord (Francia) y Lutton (Reino Unido). Este ingeniero francés de gran altura -también en sentido literal- se unió a PSA en 1994, desempeñando hasta el año 2000 distintos puestos de responsabilidad en el ámbito de la Embutición en las plantas francesas de Mulhouse y Sochaux. También trabajó en Wuhan (China) y Trnava (Eslovaquia). Entre 2007 y 2011 fue director de Embutición en la planta de Rennes (Francia) y después, hasta 2013, se ocupó de la Síntesis Industrial Mundo de Embutición en los Servicios Centrales del Grupo PSA, pasando posteriormente a dirigir el Polo Fundición. Y de ahí, a Vigo, donde en muy poco tiempo -se incorporó en octubre de 2016- ha logrado integrarse tanto a nivel profesional como personal. Junto con Paulino Alonso (1996-1998), será uno de los directores más breves -pero activos- de la historia de Balaídos.