El hombre que el lunes atropelló a dos mujeres -madre e hija, de 59 y 38 años- en un paso de peatones en Bueu y posteriormente se dio a la fuga ya se vio envuelto este mismo año en otro accidente en el que también abandonó el lugar. En aquella ocasión chocó contra tres coches que estaban estacionados en el centro del municipio y se fue sin intentar localizar a los propietarios y sin dar el correspondiente parte.

Este vecino de la parroquia de Cela, de 73 años de edad, estaba citado ayer tarde en las dependencias de la Policía Local de Bueu para tomarle declaración y continuar con la instrucción del atestado, que luego será remitido a los juzgados de Marín. En un primer momento el hombre alegó que el atropello se debió a un descuido y que se asustó, razón por la cual huyó del lugar. El suceso ocurrió alrededor de las 19.00 horas en un paso de peatones situado en las inmediaciones del cruce entre la PO-551 y la Avenida Montero Ríos.

Las fuentes consultadas confirman que la Policía Local de Bueu ya denunció el pasado mes de enero a este mismo conductor por otro incidente de tráfico en el que abandonó el lugar. Fue en la tarde del 24 de enero, según explican, cuando circulaba con su Citroën C-4 por la calle Pazos Fontenla en dirección a la parroquia de Cela. Aquel día llegó a colisionar con tres automóviles que estaban estacionados en distintos lugares de la calle y, aunque incialmente hizo ademán de detenerse, optó por continuar la marcha.

Al igual que ocurrió el lunes la colaboración de vecinos y testigos presenciales fue clave para identificar al conductor. Varios de los testimonios recabados por la Policía Local permitieron localizarle en su vivienda de la parroquia de Cela. En el momento en el que sucedió aquel primer accidente ya era de noche y había poca visibilidad debido a la lluvia.

El pasado viernes se registró un atropello a escasos metros del lugar del accidente del lunes, un suceso que afortunadamente se saldó sin daños graves. A pesar de esta coincidencia desde la Policía Local de Bueu señalan que este paso de cebra no es un sitio especialmente conflictivo aunque se encuentra justamente entre dos de los puntos del municipio en el que se registran más accidentes: la cercana Volta do Pino y la intersección entre Castelao y Outeiro. No obstante, sí que se encuentra al final del denominado TCA (tramo de concentración de accidentes) entre Lapamán y Bueu. La Consellería de Infraestruturas adoptó a principios de verano medidas urgentes para obligar a los coches a reducir la velocidad en todo este tramo, como la colocación de pivotes y la reducción del ancho de los carriles en las inmediaciones de los pasos de cebra para obligar a los automovilistas a reducir la velocidad. Se trata de acciones provisionales a la espera de ejecutar las obras previstas en el proyecto del TCA. El documento ya estuvo en fase de exposición pública y ahora los técnicos de la Axencia Galega de Infraestruturas (AXI) están estudiando las alegaciones.