Se podría decir que O Morrazo se despertó ayer sin comercios. O al menos eso parecía al pasear por las zonas más concurridas de Cangas, Bueu y Moaña durante la jornada. Alrededor de unos 500 locales morracenses amanecieron con las cristaleras de sus locales llenas de papeles de periódico y carteles que contenían mensajes de sensibilización con respecto a la situación que atraviesa el comercio local.

Los propietarios se sumaron sin dudarlo a la iniciativa promovida por la Federación de Comerciantes e Industriais do Morrazo (Fecimo) para llamar la atención sobre el impacto y vitalidad que sus establecimientos aportan a la economía y al dinamismo de las villas. Una propuesta que dejó sentimientos encontrados entre los consumidores, pero que, sin duda, les hizo reflexionar.

"A nosotros nos gusta comprar en el comercio local, pero a veces..." comienza Gloria Blas, de Vigo pero con una segunda residencia en Cangas desde hace varios años a la que viene de manera habitual con su marido José Castillo. "Ahora venimos de la Praza de Abastos y se ve vacía", continúa Blas, quien comenta que no compra online directamente pero sí a través de sus hijas: "Yo siempre les pregunto qué tal y me dicen que están contentísimas, que cualquier problema puedes devolver el producto o cambiarlo", señala. "Pero a veces, la gran diferencia de precios casi te obliga a comprar en otros sitios. Ahora que se va acercando la Navidad, se nota en los juguetes que ves en las tiendas de aquí o a través de Amazon, donde ya hemos cogido alguno", confiesa.

Tímidas reacciones

En Lurmi Moda Joven varias clientas comentan con la dependienta, Lourdes Carrera, la iniciativa. Carrera lamenta que "no se haya notado mucho movimiento, está muy parado" y desde una de la zapaterías que se encuentran metros más adelante, en Montero Ríos, Isabel Villafín se expresa en la misma línea: "En las terrazas y cafeterías sí, pero nosotros no notamos mucho movimiento". Villafín señala que "la tendencia que más o menos había antes ha desaparecido y ahora es todo incertidumbre en las ventas". Tanto Carrera como Villafín han intercambiado opiniones con los clientes que durante la jornada fueron entrando en los comercios: "La gente pregunta, se interesa, y les recordamos que es importante que compren aquí, en los comercios del pueblo". Aún así, no ha habido un impacto o repercusión notorios en los vecinos. "No me había ni dado cuenta", confiesa una clienta en el interior de una tienda textil. Otros, en cambio, repararon rápido "en la señal de protesta de los comercios", como así la describe Benjamín Costas. Junto a él, Ángeles Mariño, Antonia Refojos y Raimundo Iglesias, quienes también intercambian sus opiniones sobre una campaña que "me parece fenomenal, sobre todo lo impactante que es", reconoce Iglesias. "Así nos damos cuenta de cómo sería esto sin los comercios, estaría todo muerto", alerta Costas.

También en defensa del comercio local se manifestaron las hermanas Ana Patricia y Loli Casal, acompañadas de la joven Ildara Álvarez. Aunque no son de Cangas, pasan mucho tiempo aquí y compran "de manera habitual, sobre todo cosas de alimentación y ropa", explican. Lo que más valoran de la tiendas es "poder probar las prendas, así como el trato y consejos que recibes", destacan, mientras Lourdes Carrera les enseña alguna de las novedades.

Esta "denuncia" llegó al comercio local morracense con el Black Friday y la campaña navideña en el horizonte. Al tiempo, Fecimo apunta los datos más destacados de un comercio local que "supón case o 15% do PIB da comarca, representa o 26% do emprego autónomo e dentro do sector supón un 70% de emprego feminino".

La colaboración de los Concellos de Cangas, Bueu y Moaña y de colectivos como la Asociación de Comerciantes Cangas Vella dio un alcance todavía mayor a una iniciativa que "xorde ante a necesidade de visibilizar as consecuencias dos hábitos de consumo que se están a rexistrar na sociedade, onde o pequeno comercio perde forza ante as vendas en internet ou o consumo en grandes superficies comerciais". Por último, Fecimo alerta de que "dende o ano 2012 máis de 250 establecementos botaron o peche no Morrazo".