"Así serían as rúas sen nós". "Sen o comercio, perdemos todos. Aposta en local". "O pequeno comercio dá vida ás vilas". Estos son los mensajes con los que los vecinos de Cangas, Bueu y Moaña se han despertado esta mañana colocados en los escaparates de alrededor de 500 establecimientos de la comarca. El pequeño comercio quiere ponerse en valor con esta paradójica iniciativa -tapar sus cristaleras con papeles de periódico y carteles reivindicativos- y convencer a los morracenses para que apuesten por el consumo local.

La Federación de Comerciantes e Industriais do Morrazo (Fecimo) se encuentra detrás de una campaña de concienciación y sensibilización que quiere alertar de los posibles efectos de la desaparición del pequeño comercio. "A campaña xorde ante a necesidade de visibilizar as consecuencias dos hábitos de consumo que se están a rexistrar na sociedade, onde o pequeno comercio perde forza ante as vendas en internet ou o consumo en grandes superficieis comerciais", explican. El colectivo coordina estas acciones que también cuentan con la colaboración de los Concellos de Cangas, Bueu y Moaña y de la Asociación de Comerciantes Cangas Vella.

¿Qué pasaría si se cerrasen todos los comercios? Es la cuestión que indirectamente plantean los dueños y propietarios de los establecimientos de O Morrazo a los consumidores de la zona como crítica al incremento de la compra que se realiza de manera online. "La gente no es consciente de que los establecimientos terminan cerrando y de que sus empleados acaban en el paro", reflexiona Javier Freire desde su Juguetería Din Don en Moaña, al tiempo que asume con resignación que "el futuro es internet". "Nosotros tenemos gente muy fiel, pero es cierto que la venta ha bajado mucho", aclara.

Precios iguales

El descenso del consumo en punto físico también se señala desde la tienda tecnológica Tecnosat en Cangas y la Librería Miranda de Bueu. Y, en la mayoría de los casos, por las "falsas creencias". "Esto es un toque de atención a los consumidores", explica Fernando Miranda desde la librería familiar, en la que lleva trabajando 26 años. "Sí que es verdad que en los productos tecnológicos puede haber diferencia en los precios, pero los libros tienen el mismo coste por ley en todas partes y solo nos permiten hacer el 5% de descuento", aclara. Una reflexión similar a la que transmite Javier Freire en relación a los precios de los juguetes.

Una situación totalmente opuesta es a la que debe hacer frente Román Pérez, uno de los dueños de Tecnosat. "Las nuevas tecnologías han traído la competencia, sobre todo en precios". Con esta realidad conviven las cinco tiendas tecnológicas que a día de hoy hay en Cangas. Pérez explica que la tienda lleva abierta 5 años y que "los televisores, ordenadores y productos grandes en general cada vez se compran más online, pero para los productos pequeños la gente sigue viniendo a la tienda". "Se nota que la sociedad aún es bastante desconfiada con respecto a la venta online", reflexiona.

Con este nuevo paradigma, los dueños de los establecimientos apuestan por combatir esta amenza ofreciendo un valor añadido a sus clientes. "El trato cercano y flexible, el asesoramiento de profesionales del sector, la posibilidad de probar el producto antes de comprarlo, el servicio postventa..." son las ventajas que recuerda Pérez.

Con el Black Friday y la Navidad en el horizonte, los comerciantes esperan que las ventas repunten antes de que finalice el año. Aún así, las ofertas y descuentos serán limitadas en función del sector. Las acciones más destacadas afectarán a la tecnología y productos domésticos, así como al textil. "Nosotros no haremos nada por el Black Friday", adelanta Freire desde la Juguetería Din Don, "ya tenemos el catálogo para Navidad cerrado y además no está permitido vender por debajo del precio de coste".