El Centro Vialia y la integración en Urzáiz de la alta velocidad ferroviaria con el transporte público por carretera y una potente oferta comercial y hostelera están llamados a ser un elemento transformador del casco urbano vigués. Pero, además, pasará a la historia como una de las pocas e importantes actuaciones que han logrado suscitar un consenso unánime entre todas las administraciones implicadas. Ministerio de Fomento, Adif, Xunta de Galicia y Concello de Vigo asistieron ayer al arranque oficial de las obras del complejo diseñado por Thom Mayne y sellaron públicamente una alianza que ha tardado casi once años en materializarse y superado importantes obstáculos como un cambio de modelo en la gestión del recinto, dos convocatorias de concurso desiertoas y un ajuste en el proyecto. El camino ha sido duro pero ha fraguado en un acuerdo de colaboración al que ponen la guinda un convenio ya firmado para reestructurar los accesos a través de un túnel con salida directa a la AP-9 y un último añadido para incorporar a la obra la humanización de la Plaza de la Estación y un ascensor panorámico que facilite el ascenso de los vecinos desde García Barbón.

Las palabras "cooperación" y "diálogo" se repitieron en todos y cada uno de los discursos escuchados ayer en el acto organizado sobre el cajón ferroviario de Urzáiz y al que asistieron casi un centenar de invitados en representación de los principales agentes económicos y sociales de la ciudad. El Centro Vialia, en el que Ceetrus invertirá 83 millones de euros a cambio de la gestión de sus espacios comerciales y el aparcamiento durante el próximo medio siglo, abrirá sus puertas en dos años con la intención de convertirse en un nuevo mirador sobre la ría y dinamizar la economía del barrio.

Supondrá una mejora a nivel de movilidad y urbanístico sobre el que hay un consenso sin fisuras. "El diseño de Mayne es una genialidad. Un barco atracado a Vía Norte que resuelve los problemas de una zona de la ciudad mal resuelta. Hoy lanzamos un proyecto que culmina una de las grandes aspiraciones de Vigo y reúne en un mismo espacio múltiples vectores económicos y sociales. Es un hito que pasará a la historia de Vigo", resumió Abel Caballero tras repasar la "difícil" trayectoria de una actuación que se reorientó en 2007 con el cambio de trazado del AVE para que entrase en túnel y luego se quedó "atascada" entre 2011 y 2018.

El regidor reconoció el papel del exministro de Fomento José Blanco, presente ayer en el acto, y del actual Gobierno central por cumplir con los compromisos adquiridos. Pero de forma explícita y poco habitual Caballero agradeció además la colaboración de la Consellería de Infraestructuras y se mostró dispuesto a negociar con la Xunta por el bien de la ciudad. "Queremos estar en la modernidad y en la cooperación, presidente, con el resto de Galicia. Mano tendida desde nuestra capacidad porque sabemos que, si a Vigo le va bien, a Galicia le va bien, y en este camino queremos seguir juntos", proclamó para finalizar su intervención.

También Feijóo se sumó a este clima cuando apenas unos minutos después agradeció personalmente a la presidenta de Adif su implicación en el proyecto y la definió como "una garantía ferroviaria para Galicia". El mandatario gallego reconoció el "diálogo" para materializar el acuerdo a José Blanco, Ana Pastor, Íñigo de la Serna y José Luis Ábalos, así como al Concello de Vigo también de forma concreta. "La Xunta tuvo siempre voluntad de colaboración y no escatimamos esfuerzos. Siempre creímos en este proyecto porque marca un salto adelante en la movilidad del occidente gallego y por eso cuando se anuló el PXOM habilitamos una ley para desbloquear esta actuación y otras importantes para la ciudad", recordando la Lei 3/2016 utilizada para tramitar urbanísticamente la actuación.

Salida sur y Cerdedo

Feijóo defendió la aportación de la Xunta a esta gran operación y la cifró en casi 16 millones de euros entre la terminal de autobuses y la parte que le corresponde de los accesos. El compromiso es licitar el proyecto de la estación antes de que finalice el año e iniciar la obra en el primer semestre. El presidente autonómico aprovechó para recordar la inversión en otros proyectos como la depuradora, el hospital o la Ciudad de la Justicia y recordó que en el futuro Urzáiz debería ser una estación pasante cuando se materialice la salida sur hacia Oporto, una aspiración muy demandada por los empresarios que recordó también Caballero en su intervención y que consolidaría a Vigo "como capital de la Eurroregión". El regidor también destacó el compromiso de Fomento de realizar un estudio hidrológico para desatascar el AVE directo por Cerdedo que lleva más de un lustro paralizado en el estudio ambiental. "Está recuperado", insistió.

Ayer era día de hacer balance, y también llegó el del delegado del Gobierno, Javier Losada, que insistió en el necesario "diálogo" a tres bandas que fue necesario para sacar adelante la que definió como "pieza angular del presente y el futuro del bienestar de Vigo". Puso el Centro Vialia como "ejemplo de cooperación institucional" y la situó como "un símbolo" y un "nuevo icono" para el municipio al satisfacer las necesidades de los viajeros permitiendo el intercambio del tren al autobús en un mismo espacio y traer nuevos servicios al centro de la ciudad. "Será un proyecto transformador", insistió antes de alabar la "determinación" de los vigueses y de su alcalde por "perserverar" hasta el cumplimiento de su gran objetivo. Losada reiteró el compromiso del Ejecutivo de Sánchez con la ciudad y el conjunto de Galicia.