La apertura de expediente para la rescisión del contrato del ciclo del agua que mantiene el Concello de Cangas con la UTE Gestión Cangas volvió a caducar. Es la segunda vez que ocurre para el malestar de los miembros del gobierno municipal. La decisión del Consello Consultivo de Galicia de pedir al Concello de Cangas más informes antes de entrar en el fondo del asunto llegó al registro municipal el día 7 de noviembre, coincidiendo con la reunión que en la sala de juntas tenían los portavoces del gobierno tripartito con los representantes de la empresa concesionaria. Pero el informe llegó cuando ya había concluido este nuevo intento de negociación. Así que ambas partes ignoraban la decisión del Consello Consultivo de Galicia. Gobierno y UTE Gestión Cangas se habían dado cuatro días para resolver si continuaban las negociaciones, pero el informe del Consello Consultivo de Galicia hizo que todo cambiara.

El gobierno local, concretamente la alcaldesa accidenta en ese momento, Mercedes Giráldez, disponía de cinco días para convocar un pleno extraordinario si no quería que el expediente caducara. No daba tiempo. Además, la consigna que se dio fue la de cumplir con los trámites que pide el Consello Consultivo de Galicia: informe de intervención y responder a todas y cada una de manera suficiente las alegaciones presentadas por la UTE Gestión. Una vez esté todo se retomará de nuevo el expediente.

Los documentos de rescisión de contrato caducan a los tres meses. En mayo de 2018, el pleno municipal acordó reabrir el expediente de rescisión de contrato del servicio del ciclo integral del agua porque el expediente ya había caducado.

Pero el gobierno aprovechará el trámite de respuesta de las alegaciones para solicitar una auditoría de la gestión del servicio, que es algo que está reflejado en el contrato y que debe pagar la propia empresa.

El informe del Consello Consultivo de Galicia retrasa un asunto que el gobierno pretendía dejar zanjado antes de que finalizara el año. Ahora, ante la UTE Gestión Cangas, el tripartito queda un poco más expuesto porque quien tiene prisa es el concello, de ahí que se antoje un poco más complicada las negociaciones con la concesionaria, en el caso de que se retomen. De momento, ningún miembro del gobierno local manifestó la intención de continuar las conversaciones. Las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina y el gobierno tiene prisa por aclarar de una vez por todas el conflicto del ciclo del agua.