El título de "mejor banco del mundo", que estaba muy disputado con tres aspirantes en la ría de Vigo, cuenta desde ayer con un nuevo candidato, se trata de un banco instalado de forma anónima en lo alto del monte A Paralaia, desde donde se puede apreciar gran parte del perfil urbano y rural de Moaña, la ría de Vigo y la ciudad olívica desde este lado de la ría. Situado por encima del Corredor do Morrazo, el banco de madera tiene escrito el nombre de Moaña en el respaldo, lo que sin duda supondrá una promoción para la villa cuando la gente comparta sus fotos.

Se suma al famoso banco de Cedeira (Redondela) también sobre la ría, así como a los más recientes de Pazos de Borbén y de Reboreda (también en Redondela).

Pero, sobre todo, la aparición anónima de este banco recuerda a lo ocurrido en el mes de septiembre de 2010, cuando una silla gigante de madera apareció en el monte de A Torre, en Meira, desde la que se podía divisar también buena parte del perfil de Moaña y de la ría. En aquella ocasión, la estructura se convirtió durante semanas en el centro de peregrinación de miles de curiosos. Dio a conocer un mirador natural que hasta entonces había tenido poca repercusión. La aparición de la silla gigante de Meira acabó encontrando reflejo en medios nacionales e internacionales y, en el culmen de su popularidad, se descubrió que todo había sido obra de los artistas moañeses Xulio Lago y Roberto Brañas.

La popular intervención artística, sin embargo, se vio interrumpida tras la denuncia de un grupo ecologista ante Patrimonio, ya que la silla se encontraba en el yacimiento de una torre defensiva del siglo XV. Fue retirada por los artistas para evitar multas de Patrimonio.

Finalmente, una réplica de metal de aquella silla fue enviada a la localidad madrileña de Puebla de la Sierra, en donde se unió a decenas de esculturas para formar parte de un espacio conocido como "Valle de los Sueños".

Solo el tiempo dirá si en el caso del banco de A Paralaia la pieza de madera se convierte o no en un mirador indefinido.